Solidaridad y denuncia

Las comparaciones y alusiones personales realizadas por el periodista Antonio Herrero en su programa de la Cope, en la mañana del 25 de febrero, no sólo revelan su zafiedad y su ínfima catadura moral, por lo demás sobradamente conocidas, sino que constituyen un paso nuevo y brutal en la falta de respeto a los individuos y a su honra personal y familiar para desacreditar al adversario político. Como mujeres, no sólo expresamos nuestra solidaridad con Rosa Conde, sino que denunciamos este hecho como una agresión contra todas las mujeres, y contra toda una sociedad que no quiere vivir en este clima de crispación y basura. Entendemos que si la propiedad de la Cope, y en particular la Conferencia Episcopal, no ponen inmediatamente fin a esta línea de actuación, prescindiendo de los servicios, muy bien remunerados, por cierto, de este personaje, estarán mostrando que para ellos el negocio, o la consecución de fines políticos, justifican cualquier bajeza y todas las ignominias. Lo que está en juego no es ya la libertad de expresión, sino el derecho colectivo a vivir en una sociedad decente y la necesidad de cortar de raíz esta espiral de degradación de nuestra convivencia.- - .