El reparto de los ingresos de las quinielas abre otro litigio en los clubes
El reparto del aumento de los ingresos de las quinielas para los clubes, aprobado la pasada semana, está a punto de desenterrar un litigio en la Liga Profesional. Los clubes, desde el 1 de enero, han pasado de cobrar un 8,5% al 10% de la recaudación de las quinielas, es decir, más de 8.000 millones de pesetas al año. Los clubes no van a administrar directamente la totalidad de esos millones.
El Estado, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD) y por decreto, les ha asignado parte de ese reparto, pero queda un remanente de más de 2.000 millones sobre el que se ciernen las disputas tanto entre Primera División como entre ésta y la Segunda. Este remanente está previsto se vea incrementado cada año con la progresión que se espera registren las quinielas en sus recaudaciones.El Estado, además de lo que establezca en la próxima orden ministerial con la que desarrollará el decreto, ha impuesto ya a los clubes un destino preferente al dinero que reciben de las quinielas: el pago del crédito de 20.000 millones que han sucrito con una entidad bancaria para cancelar anticipadamente su plan de saneamiento y que concluía en el 2002. El pago de este crédito requiere unos 2.400 millones de pesetas por año y durante los 10 próximos. Los clubes, en principio, no tienen demasiado intención de adelantar los pagos ante los bajos intereses con los que se ha cerrado: apenas superior al 5%.
En segundo término, el Estado obliga a destinar un mínimo del 30% de los ingresos "a la construcción, ampliación, remodelación, adaptación, mejora, mantenimiento y conservación de los estadios como el fin de cumplir la normativa en materia de seguridad y prevención de la violencia". La Liga estima que este capítulo se llevará unos 3.000 millones anuales. En la actualidad, sólo los campos de Primera -salvo Madrid, Deportivo y Betis- tienen completado ese requisito.
Pelea por un remanente
El remanente hasta llegar a los 8.000 millones previstos de ingresos de las quinielas, por tanto, se cifra en 2.600 millones. Este bocado es el que despierta la voracidad de los clubes y, con ella, los enfrentamientos. El Athletic de Bilbao ha adelantado una propuesta: que todos los clubes reciban una cifra proporcional igual y que de ella se descuente a cada uno el importe de sus obras. El Barcelona se opone a esta fórmula. Clubes de Segunda División, por otro lado, que no llegaron a ser incluidos en el plan de saneamiento porque entonces no estaban en esta categoría, como el Villarreal, Toledo y Ourense, entre otros, se resisten a aceptar que su parte se destine a pagar el crédito bancario.La Liga, por su parte, se encarga de recordar a los clubes que de algún sitio ha de salir el dinero de su presupuesto anual -unos 400 millones-, así como la ayuda que proporciona cada temporada a la Federación -650 millones, incluidos en la negociación de la televisión de partidos de Liga en lunes- y al sindicato de futbolistas, la AFE -150 millones-, y también el importe de los derechos de arbitraje -650 millones-. Sólo este capítulo suma 1.850 millones, que hasta ahora se les ha descontado a los clubes de sus ingresos por derechos de televisión y que ha venido recaudando. la Liga. Pero a partir de la próxima temporada, los contratos de televisión son individuales de cada club con su operador y, por tanto, escaparán al control de la Liga.
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