Del Teatro Real
Éste es un aviso para cualquier persona que tenga pensado acudir al Teatro Real de Madrid.Yo fui el día 1 de enero a ver la representación de la obra Porgy and Bess, ilusionada por ser la primera vez que acudía a dicho teatro, y me llevé una gran decepción y desencanto, no por la calidad de la obra y los artistas, sino por el engaño sufrido al adquirir las entradas.
Tengan muchísimo cuidado al adquirir sus entradas, tanto si lo hacen a través de la venta por teléfono como si las compran directamente en el teatro, porque es muy fácil que les den gato por liebre:
- Se venden entradas de visibilidad completa situadas en palcos, y lo cierto es que no se ve más que un 10% del escenario. ¿Qué les parece?
Para poder ver la mayor parte del escenario hay que hacer un esfuerzo casi gimnástico, si tienes la suerte de estar sentado en la primera fila del palco, pero ¡ay de usted si le toca sentarse en la segunda fila, porque tendrá que encaramarse de rodillas sobre las butacas, y aun así no verá más de un 10% del escenario. Huelga decir que en el segundo acto del espectáculo la situación se hace insostenible tras el agotamiento acumulado por el primer acto.
Es lamentable que tras una obra faraónica de remodelación hayan, por un solo instante, tenido la desfachatez de poner a la venta localidades que, aunque suene a sorna, deberían ir acompañadas de fisioterapeuta y periscopio.
Sólo pido que se corrija esta situación, para que no haya más personas que, como yo, sacaron seis entradas por un valor de 7.000 pesetas cada una y salieron del teatro sin ver el escenario.
Por los comentarios que pude escuchar a la salida, la puesta en escena fue maravillosa, pero yo no pude verla.- .
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