_
_
_
_
FÚTBOL 26ª JORNADA DE LIGA

El Athletic se derrumba

El Deportivo redescubre su cantera y golea a un rival penoso

Xosé Hermida

Ya se sabe que las apariencias engañan, y en ningún otro sitio más que en el fútbol. El Deportivo despachó con una goleada al hasta ayer sexto clasificado, y quien no haya visto el partido tal vez crea que los blanquiazules ofrecieron un recital. Lo cierto es que el choque resultó penoso y navegaba irremediablemente hacia el 0-0 cuando en, tres minutos de inspiración el Deportivo se merendó al peor Athletic que se había visto en Riazor en mucho tiempo. Para los de casa, al margen del marcador, la mejor noticia fue la notable aportación de los chicos de la cantera, que firmaron dos de los tres goles de la tarde.El vídeo de la primera parte podría venderse en las farmacias como tratamiento contra el insonmio. La grada entera fue un puro bostezo ante la insignificancia de lo que ocurría en el terreno de juego. Los dos equipos comparecían con ausencias más que notables, pero ni eso justifica el monumental peñazo con el que castigaron al público durante su infame función. El Athletic presentó toda la pinta de un candidato al descenso. Lo suyo pareció un regreso a los tiempos del autobús, con todo el equipo metido atrás y sólo Guerrero -una sombra de sí mismo- y Urzaiz por delante de la pelota. Luis Fernández no se estrujó demasiado el cerebro para paliar su orfandad.

Más información
Hermandad norteña entre aficiones
Imaz, ¿relegado o castigado?

Mal que bien, el Athletic fue resistiendo gracias a la inepsia de su adversario. El Deportivo tuvo la pelota todo el tiempo que quiso pero, como casi siempre, eso fue un lastre para el equipo. Fran abandonó la banda izquierda para jugar de medio de enganche y naufragó completamente en ese cometido. Extraviado su valor más seguro, el Deportivo fue un equipo lúgubre y sin una sola idea digna de mención. En el descanso, el casillero de ocasiones perdidas estaba en blanco, y las piernas de los porteros, entumecidas de tanta inactividad.

Parecía que sólo un milagro podía aportar alguna alegría a aquel tenebroso panorama. Pero al Deportivo se le encendieron las luces bruscamente, La inspiración le duró tres minutos, el tiempo suficiente para tumbar al Athletic, que ayudó lo suyo con una exhibición de negligencia defensiva. El primer gol local tuvo un protagonista tan improbable como Armando, que remató de cabeza en el borde del área pequeña. El segundo nació de un magnífico pase de Flavio -por fin hubo noticias suyas tras más de un año en A Coruña- que culminó Maikel, un chico muy limitado técnicamente pero que se merecía el premio por su abnegación.

Los minutos finales tuvieron un carácter inesperadamente festivo. Entraron Padín y Carlos, otros dos chavales del filial, y este último gozó de su minuto de gloria tras una potente galopada que solventó él mismo ante Etxeberria. El Athletic ya había emprendido desde mucho antes el viaje de regreso a casa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_