Los conservadores británicos lanzan un plan para cambiar su imagen

Cambios estructurales y de imagen se avecinan para el Partido Conservador británico. Su líder, William Hague, acaba de presentar una ambiciosa estrategia para tratar de transformar la alicaida fuerza tory en una alternativa respetable para el futuro. Ansiosos por evitar una nueva derrota electoral como la del año pasado, los conservadores se han lanzado a un proyecto modernizador similar al plan con el que Tony Blair consiguió forjar el "nuevo laborismo".Tan empeñado está Hague en un cambio de imagen que ha anunciado la desaparición de la antorcha, el símbolo tory. Quizá para dar aún más énfasis a sus intenciones, habló el lunes desde un podio con fondo púrpura, en lugar de azul, el color tradicional del partido. Hague dijo que es prematuro extraer conclusiones, pero su mensaje fue claro: los tories han aprendido las lecciones de su derrota y están convencidos de que resultan indispensables reformas profundas para crear un partido conservador "nuevo y abierto".

Una de esas reformas del programa denominado Un nuevo futuro prevé la creación de un comité de "ética e integridad" para expulsar a tories involucrados en escándalos de corrupción como los que debilitaron al partido en los últimos años. La propuesta incluye también una revisión del sistema para elegir a la jefatura y el veto a contribuciones extranjeras.