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Tribuna
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El banco accede a las peticiones

Con una nueva reducción de su tipo de interés de intervención en la subasta decenal de ayer, el Banco de España no hizo sino acceder a la orientación claramente a la baja de las peticiones que en dicha subasta se le formularon: sólo la cuarta parte marcaban repetición del anterior 4,75%, mientras que las tres cuartas partes se concentraban en el 4,5% aceptado como tipo marginal. Al margen de los participantes en la subasta, cuyas peticiones tienen un carácter mucho más vinculante por cuanto se arriesgan a quedarse fuera, también fueron frecuentes las peticiones de descenso realizadas desde diversos sectores económicos y sociales, en respuesta a un dato de inflación de enero que, aunque aparentemente bueno -un 0,2% similar al de enero del pasado año, y con una tasa interanual similar a la de diciembre, 2% -presenta algunas sombras, especialmente en la resistencia a la baja de la inflación en los servicios, situados en el 3,6% interanual.Con todo, el nuevo recorte de tipos, que sin duda no será el último, hay que contextualizarlo una vez más en el necesario proceso de acercamiento de los tipos españoles hacia la convergencia con la UE. Con el proceso de construción de la UEM en tendencia irreversible, el calendario impone al Banco de España unas servidumbres contra las que poco puede hacer. Es esa constatación la que subyace detrás de su actuación desde hace varios meses: en sus manifestaciones hace gala de una considerable cautela, en cuanto al gradualismo de los descensos adicionales, tratando en cierta medida de guiar una cautela similar en los mercados; pero cuando éstos abrazan de forma tan clara el escenario bajista, el banco se encuentra sin argumentos para oponerse.

Y no será la última vez que ello ocurra. Tras el descenso de ayer, el tipo de intervención en pesetas queda a 1,20% de diferencia frente a su homólogo en marcos alemanes, diferencia que deberá haberse consumido al inicio del próximo año. Asumiendo que el Bundesbank lleve a cabo a lo largo del presente año -en todo caso, no es la primera mitad del mismo- una elevación de su tipo de intervención, que difícilmente supere el 0,5% al Banco de España le correspondería rebajar su tipo de intervención como mínimo otro medio punto -o incluso tres cuartos- adicional.

El gradualismo de que viene haciendo gala el banco le hará administrar ese margen adicional con cautela, y en la medida de lo posible acompasándolo a los importanteshitos que tendrán lugar en los próximos meses. A finales de marzo la publicación por la Comisión Europea del cierre oficial de las cuentas públicas en los diferentes países; y aprincipios de mayo la decisión formal respecto a los países que integrarán la unión monetaria el próximo enero.

Ángel Berges Lobera es socio-director general de Analistas Financieros Internacionales y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid.

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