El Canario rinde homenaje a Machito en sus conciertos de Madrid y Barcelona
José Alberto, El Canario, ha participado en el Tributo tropical a los Beatles y en la película Los reyes del mambo. Y su orquesta suele acompañar a Celia Cruz. Ahora se presenta por primera vez en solitario, el miércoles en Madrid (en la sala Caracol) y el viernes en Barcelona (en la sala Apolo).
Algunos periodistas, al oír su nombre, suponen que se trata de un nuevo artista de las islas Canarias. "El apodo se lo debo a un disc jockey de Nueva York, que me bautizó así en una discoteca por mi facilidad para improvisar. 'Canta, Canario', decía agarrando el micrófono. He dejado lo de José Alberto para los impuestos, pero hasta mi hija me llama Canario", cuenta este dominicano que tuvo la fortuna de estar en Nueva York en plena eclosión de la salsa: "Era una locura y me contagié". En 1977 entró en la Típica 73. "Para mí, una escuela impresionante porque venían músicos veteranos de las orquestas de Ray Barretto, Tito Puente o Tito Rodríguez". Entonces ganaba 25 dólares por baile.
Tradición cubana
El Canario, que se independizó en 1982, se considera uno de los que han contribuido a mantener con vida la tradición cubana. "A raíz de que pare la exportación de música de Cuba, tras el triunfo de Castro, los puertorriqueños le dan un enfoque fuerte. Más tarde nace la pequeña compañia de discos Fama, por iniciativa de Masucci y Pacheco, que graba a Larry Harlow, Willie Colon, Héctor Lavoe... y llega la explosión".Al legendario Machito le ha dedicado su último disco. "Nos tomamos el atrevimiento. Escoger nueve canciones de un hombre que tuvo tantos éxitos resultó difícil. Es uno de los productos más finos que yo haya grabado, aunque por falta de promoción pasase un poco desapercibido". Al frente de su orquesta, El Canario acompaña desde hace diez años a otra cubana excepcional, Celia Cruz. Incluso grabaron a dúo Cuestión de época, en un disco anterior: "Es como mi mamá. Además somos casi vecinos en Nueva York. Ella, un modelo para los que estamos en la salsa y también para los que no están". Admite que durante los ochenta la salsa ha atravesado una situación difícil, con exceso de baladas, y ve con buenos ojos a los jóvenes "que están entrando con esas mezclas de pop y rap". "Hay que darles un crédito a los intérpretes que dan seguimiento a nuestras raíces".
