El magistrado suspende el juicio por el crimen de Arganzuela y critica su irregular instrucción
El titular del Juzgado de lo Penal 14 de Madrid suspendió ayer el juicio por el crimen de Arganzuela (la muerte de una cuchillada en el corazón del joven David Afonso) y decidió remitir el caso al juzgado que lo instruyó -el 32 de la plaza de Castilla- para que lo clarifique. El juez José Antonio Alonso considera en un auto que la instrucción es "irregular" y "viola los derechos al debido proceso y al juez predeterminado por la ley". Es decir, que el instructor ha tramitado el asunto como riña tumultuaria cuando en realidad debió hacerlo por "homicidio".
La reyerta en la que cayó abatido David Afonso, de 17 años, se produjo en mayo de 1996, durante las fiestas de San Isidro que se celebran en el barrio de Arganzuela. Ocho jóvenes, algunos menores de edad, están acusados de haber participado en la reyerta.A pesar de que todos los indicios apuntan a que fue alguno de estos ocho acusados el autor de la mortal cuchillada, ni el juez instructor ni el fiscal han conseguido averiguar quién. Por eso, el fiscal se ha limitado en este caso a pedir un año de cárcel para cada uno e los jóvenes por riña tumultuaría; y el juez, por su lado, a convertir las diligencias en un procedimiento abreviado y remitirlas para el juicio a un juzgado de lo Penal. Los delitos graves, como los homicidios, se juzgan en la Audiencia, mientras que a los juzgados de lo Penal llegan los delitos con penas inferiores a los tres años.
"Realidad inequívoca"
La decisión del juzgado instructor de enviar el caso a un juzgado penal es irregular. "Del examen del proceso", señala en su auto el juez Alonso, "se desprende una realidad material inequívoca: la muerte de una persona, David Afonso, en circunstancias tales que, sin duda alguna, obligan a considerar la presencia de, al menos, un delito de homicidio". Esta realidad, añade, también lleva a dos consecuencias jurídicas inevitables: "El tipo de proceso no puede ser, en ningún caso, el abreviado", ni es de "un juzgado de lo Penal la competencia" para enjuiciarlo.En todo caso, debió abrirse un sumario, lo que conduce el caso dentro de la esfera de competencias de la Audiencia Provincial. Y ello habría permitido a las partes apelar las decisiones del instructor si discrepan de ellas. El juez Alonso reprocha a la instructora que no haya "particularizado el tratamiento procesal de la muerte". "A dónde iría", se pregunta el juez en su auto, "una investigación posterior acerca de esta muerte y de los partícipes en la misma si todo el proceso está remitido a este juzgado de lo Penal, que, evidentemente, no tiene ningún tipo de competencia al respecto".
La decisión del juez Alonso fue muy elogiada por la asociación Jóvenes contra la Intolerancia. Esta asociación, cuyo portavoz es Esteban Ibarra, interviene como acusación particular en este caso y pide 12 años de cárcel para cada acusado.
Los padres del fallecido David Afonso lamentan que el fiscal sólo haya pedido un año de cárcel para los ocho acusados pese a figurar en el sumario dos testimonios que apuntan al acusado Jamal Rekkach de haberse jactado de cometer el crimen.
Jamal, con 19 antecedentes policiales, llegó ayer esposado y custodiado por la Guardia Civil al Juzgado de lo Penal. Está en la cárcel desde la semana pasada por, presuntamente, haber golpeado y robado a un automovilista junto con otras tres personas.
Su abogado, José Mariano Trillo, indicó que los antecedentes policiales "son inconstitucionales" y carecen de valor judicial. Trillo sostiene que su cliente no es el autor de la mortal cuchillada. "Llegó después de la reyerta", advirtió ayer a los periodistas.
En la reyerta que costó la vida a David Afonso, que se desató tras robar un joven a otro 500 pesetas, también sufrieron heridas graves dos amigos de la víctima: David Acebedo, que recibió una puñalada en la clavícula, y Miguel Díaz, que sufrió traumatismo craneoencefálico a causa de los golpes que recibió en la pelea.
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