¿Dónde está el culpable?
"¿Es esto lo que valía su vida?". Así se expresó en mayo pasado la madre de David Afonso Correia al conocer la petición fiscal de un año de cárcel contra los ocho acusados en el proceso judicial abierto tras la muerte de su hijo.Esta polémica calificación del ministerio público se sumó al auto de apertura del juicio oral, decretado por el Juzgado de Instrucción número 32, que se limitaba a sentar en el banquillo a los ocho imputados bajo la misma acusación. Tanto el juez como el fiscal, al reducir los hechos juzgados a una mera riña tumultuaria, dejaban sin concretar la autoría del crimen. Ninguno de los acusados, por tanto, era penalmente responsable del homicidio. Y el crimen, tras más de un año de investigación, seguía sin resolverse.
Estas resoluciones judiciales abrían, además, la puerta para que el crimen quedase impune. En el caso de que el juicio hubiese prosperado y los acusados hubiesen sido condenados por riña tumultuaria, ya nunca más se hubiese podido reabrir el caso (por ejemplo, si con posterioridad hubiesen aparecido nuevos datos incriminatorios) porque los hechos ya habrían sido juzgados.
El estupor de la familia ante estas posibilidades dio paso a la indignación. "He perdido la confianza en la justicia. Pero espero que de aquí al juicio recapitulen y se den cuenta de lo que están haciendo", señaló la madre. Ayer, tras la decisión del Juzgado de lo Penal 14 de Madrid, el rostro de los padres de David Afonso prsentaba un aspecto bien distinto. La lucha comenzaba a dar sus frutos.
El Movimiento contra la Intolerancia, que participaba en la acusación particular, también había mostrado su rechazo a la calificación de los hechos: "Con decisiones como la del fiscal se deja de juzgar la muerte de David Afonso y se pasa a juzgar tan sólo una pelea", comentó al conocer el escrito de acusación del fiscal Esteban Ibarra, presidente de este colectivo. Y se preguntaba"¿Cómo es posible? ¿Acaso no hay culpable? ¿va a quedar impune el criminal?"
Ibarra elogió ayer la decisión del titular del Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid, José antonio Alonso. Su colectivo no entendía como el fiscal y el instructor mantenían como riña tumultuaria y bajo el epígrafe de un procedimiento abreviado algo que a todas luces es un homicidio. "Era sonrojante", enfatizó ayer el presidente de Jóvenes contra la Intolerancia.
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