Alemania alcanza un record de paro mientras los desempleados se movilizan

El plan de empleo que la coalición gubernamental alemana quiere debatir hoy en el Parlamento ha tenido una acogida negativa o fría en los distintos sectores afectados. Los parados, inspirados por sus colegas franceses, se disponen a salir a la calle hoy, en una jornada que pondrá a prueba tanto su capacidad organizativa como los nervios del Gobierno, ya que en ella se darán a conocer también oficialmente las cifras de paro. Según informaciones adelantadas ayer por la agencia DPA, el paro en enero registró una cifra récord y se situó en 4.823.000 personas, cifra que supera en 300.000 la del pasado diciembre.

Todo parece indicar que la barrera de los cinco millones de parados -tan temida por los dirigentes alemanes- está próxima y puede tener una influencia importante en las elecciones legislativas del próximo septiembre.El canciller Helmut Kohl reconoció ayer que la situación enel mercado de trabajo no mejorará sensiblemente, pese al crecimiento económico de Alemania. Kohl manifestó que no se pueden hacer progresos sustanciales en la lucha contra el paro sin efectuar una reforma fiscal. La coalición gubernamental acusa a los socialdemócratas del SPD de torpedear la reforma fiscal.

El dirigente socialdemócrata Franz Müntefering criticó los planes del Gobierno que, según él, carecen de recursos financieros y ponen de manifiesto la impotencia del Gobierno para hacer frente al crecimiento del paro. Por su parte, el presidente de la Federación de Sindicatos Alemanes, Dieter Schulte, acusó a Kohl de haber perdido toda credibilidad y de confeccionar aceleradamente programas contra el paro para hacer olvidar las omisiones permitidas durante largos años.

El presidente de la Asociación de Empresarios municipales, Lothar Ruschmeir, consideró "lamentable" la iniciativa gubernamental contra el desempleo.

Los ayuntamientos, por su parte, advierten de la incongruencia que supone obligarles a crear más empleo sin incrementar sus recursos. Según el plan de empleo gubernamental, los ayuntamientos deben incorporar a la actividad laboral a 100.000 parados que ahora reciben ayuda social.

La Cámara de Industria y Comercio de Alemania, por su parte, ha calificado de "constructivo" el paso del Gobierno. Sin embargo, ha advertido que los presupuestos públicos no deben afrontar nuevos gastos ni debe incrementarse el endeudamiento de las Administraciones para luchar contra el paro. Los empresarios señalan que los costosos programas de empleo confeccionados en el pasado "se han consumido como la paja" porque no se han erradicado las causas del desempleo.

El presidente de la Asociación Alemana de Parados, Klaus Grehn, ha apelado a la instauración de la semana laboral de 28 horas y pide para los desempleados un salario mínimo mensual de 1.350 marcos (unas 114.170 pesetas), en una entrevista publicada ayer por el periódico Die Welt. Grehn lamentó que "en el pasado, la mayoría de las reducciones del tiempo de trabajo no se hayan transformado en creación de empleos". Según él, no ha servido más que para obligar a los trabajadores a asumir la misma carga de trabajo en 35 horas en lugar de 37.

Los parados alemanes, apoyados por los sindicatos, esperan que las acciones de protesta convocadas para hoy se realicen en 90 ciudades por lo menos. Los Verdes distribuyeron ayer la lista de las manifestaciones a las que acudirán sus dirigentes en diversas ciudades del país. Por lo general, se trata de acciones matutinas a las puertas de las oficinas de empleo.