El ministerio suprime 14 aulas en los colegios de "atención preferente" en los distritos del sur
Los colegios públicos de los distritos del sur y el este de la capital, los de mayor deteriora socioeconómico, dispondrán de menos aulas para el próximo curso, escolar, 1998-1999. Del recorte no se salvan ni tan siquiera las 24 escuelas para las que el Plan por la Calidad de la Enseñanza, suscrito en septiembre por las tres administraciones, prometió "atención preferente": en 11 de esos centros habrá supresiones de unidades, y sólo en uno, el Juan de Herrera (Vallecas Villa), aumentará el número de aulas. El ministerio justifica la medida por la escasez de alumnado en la zona.
La realidad se empeña en llevarle la contraria al convenio que en septiembre rubricaron la ministra de Educación, Esperanza Aguirre; el presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, y el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano.Los esfuerzos por elevar la calidad de la enseñanza en los nueve distritos más deterioradosde la capital contrastan con lareducción de aulas que la Dirección Provincial de Educación ya ha pergeñado para el curso que viene, y de la que ni siquiera se libran los centros más conflictivos: aquellos para los que las tres administraciones habían prometido "atención preferente" y esfuerzos adicionales. Según los listados del ministerio, a los que ha tenido acceso el sindicato Comisiones Obreras, el curso 1998-1999 comenzará con cuatro aulas menos enel colegio Julio Cortázar (San Blas) y dos menos en el Conde Marta de Babío, radicado en el mismo distrito.
La relación de centros que pierden un aula es la siguiente:San Roque, República de El Salvador (Villaverde), Padre Mariana, Núñez de Arenas (Puente de Vallecas), República de Colombia, Miguel Servet (Carabanchel), República del Brasil-se queda sin dos unidades en primaria, aunque gana una en educación infantil-, Nuestra Señora de la Fuencisla y Gloria Fuertes, estos tres últimos en Usera. El caso del Juan de Herrera, en Vallecas Villa, aparece como la solitaria excepción que confirma la regla.
El balance global no permite augurar buenos tiempos para la escuela pública en el sur yel este capitalino. Los 24 centros mimados en el Plan por la Calidad de la Enseñanza, y en los que están matriculados unos 9.000 muchachos, perderán 16 unidades y sólo ganarán dos. Bien es cierto que los datosaún no pueden tomarse por definitivos, ya que precisan del refrendo del subdirector general de Primaria en el Ejecutivo central, pero los responsables provinciales admiten que las cifras finales "diferirán poco o nada" de las arriba referidas.
Cruzados de brazos
"En los distritos del sur, la ratio [alumnos por clase] está descendiendo alarmantemente", se sincera el subdirector provincial de Madrid Centro, Antonino de Paz. Y concreta: "Las aulas se suprimen, sencillamente, porque no hay alumnos suficientes para llenarlas. Yo comprendo que los sindicatos digan aquello que les interesa decir, pero nosotros no nos podemos permitir que haya profesores cobrando y cruzados de brazos".La interpretación del secretario general de CC OO en materia educativa, Jaime Cedrún, difiere sustancialmente. "Es cierto que hay menos chavales a raíz de la bajada de la natalidad", admite, "pero también sucede que muchos críos se fugan a colegios privados o concertados por culpa del deterioro imparable de la escuela pública". Cedrún entiende que el ministerio "no mueve un dedo para combatir el absentismo escolar entre los sectores marginales". Y ello se corresponde, a su juicio, con los últimos datos sobre trabajo infantil: en Madrid trabajan, casi siempre sin sueldo, entre 25.000 y 40.000 chavales, según un reciente estudio de su propio sindicato.
A modo de ejemplo, un informe del claustro del colegio Núñez de Arenas, fechado el pasado mes de noviembre, ponía de relieve que 78 de los 554 alumnos matriculados eran "desconocidos"; en otras palabras, no habían asistido ni un solo día a clase. Otros 60 críos acumulaban diez o más faltas de asistencia al mes. En consecuencia, aunque la ratio nominal era de 22 alumnos por aula, la real descendía a 18.
Antonino de Paz insiste en que este problema, pese a las inversiones ministeriales, tiene muy mala solución. "La enseñanza pública es carísima", enfatiza, "y muchas veces no valoramos este aspecto como es debido. Si incluimos en el cálculo a los maestros auxiliares y orientadores, a los sindicatos les sorprendería saber que Madrid cuenta con una media de un profesor por cada 16 o 17 alumnos".
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