Almunia transmite a Aznar el pésame de los socialistas y se pone a su total disposición

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, se puso ayer a disposición del presidente del Gobierno, José María Aznar, a primera hora de la mañana, al conocer el asesinato de Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión García. Almunia le expresó "la solidaridad y el dolor" de su organización, para que lo transmitiera al PP. En ese momento, se reunían en la sede del PSOE varios centenares de ediles para debatir posibles reformas en las entidades locales. La consternación era patente y en los corrillos sólo se hablaba el último asesinato de ETA. Puestos en pie, guardaron un minuto de silencio.

"Los terroristas tienen que saber que fracasaron hace mucho tiempo, y aunque nos hagan sufrir y nos provoquen un inmenso dolor, han de saber que no tienen nada que hacer en nuestra sociedad". Estas fueron las palabras del portavoz del grupo parlamentario, Juan Manuel Eguiagaray. Este dirigente reconocía que las palabras de condena se dan por supuestas en un caso como éste, pero quiso lanzar un mensaje político hablando de la raya que debe separar a los terroristas de todos los demás.También Ramón Jáuregui, secretario de Política Autonómica del PSOE, expresó la "solidaridad y afecto total" de este partido hacia el PP y el Gobierno, y destacó la necesidad de una "unión sin fisuras" en la lucha antiterrorista. Y añadió: "En estos momentos conviene recordar que las polémicas en que nos enzarzamos resultan inconvenientes y ridículas". Para Jáuregui, "con las discusiones de si protección sí o no, a quién y cómo, caemos en la trampa que nos tienden los terroristas y abrimos otros flancos a la inseguridad".

Desde otros sectores políticos también hubo alusiones a la polémica surgida por la apertura de una cuenta bancaria del PP para sufragar la seguridad privada de sus concejales en Euskadi.

Manuel Fraga. El fundador del PP y presidente de la Xunta de Galicia apuntó: "Este atentado deja en ridículo a los que crearon la polémica. El derecho a la autodefensa es uno de los más claros del derecho natural del hombre y de los ciudadanos". El presidente de la Xunta leyó una declaración institucional de su Gobierno en la que sostuvo quepara acabar con el terrorismo es necesario también poner fin a las "ambigüedades vergonzosas"que muestran "algunos consejos presbiterianos y algunos partidos nacionalistas", en clara alusión a los, obispos vascos y al PNV, informa Xose Hermida.

Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Cataluña, indicó: "Todos los atentados son odiosos, pero éste lo es más por la manera en que se ha producido". Tras apelar a la unidad, Pujol dijo que sería bueno que todas las fuerzas democráticas expresaran en privado sus discrepancias y no las hicieran públicas.Para Pujol, la intención de ETA es "socavar la moral del PP en particular, pero también la de todo el mundo".

Miguel Sanz, el presidente de Navarra, comentó: "Al final van a caer y lo van a hacer como lo que son, auténticas ratas". Y añadió que cuando los terroristas pasen a disposición de la justicia "van a sufrir todas las consecuencias derivadas de sus atentados". Según Sanz, ahora es necesario "compartir no sólo el objetivo de acabar con la violencia a través de la unidad, sino también las estrategias que ahora mismo son bastante diferenciadas entre los partidas políticos".

Odón Elorza, el alcalde socialista de San Sebastián, destacó: "La situación que estamos padeciendo los ayuntamientos exige una respuesta firme, unitaria y pedagógica frente a quienes se empeñan en no respetar los más elementales derechos humanos".

Carlos Totorica, alcalde socialista de Ermua (Vizcaya), planteó que la Mesa de Ajuria Enea puede estar equivocando su estrategia, ya que si, ante los ofrecimientos de diálogo, la respuesta de ETA "es siempre el tiro en la nuca, quizá haya que cambiar su discurso".

Alberto Ruiz Gallardón, presidente de la Comunidad de Madrid (PP), apuntó: "Nuestra indignación es serena, pero profunda, no sujeta a la posibilidad de quebrar, el ánimo de ganar la batalla por mucho daño que nos haga ETA". Ruiz Gallardón intentó así transmitir a los ciudadanos que deben mantener la serenidad "frente a una organización mafiosa que vive de la extorsión y el crimen". Y apostilló: "Hay que dar respuestas como se dan en los Estados de derecho y democráticos frente a este tipo de delincuentes".

Alfonso Guerra, diputado del PSOE y ex vicepresidente del Gobierno, agregó: "Hay que ser claros. O se está, como los demócratas, frente a ellos o no se está". Guerra pidió que se olviden las "ambigüedades" porque son "alimento para los que practican la violencia" y señaló, en relación a la polémica cuenta del PP, que "lo grave es que se esté discutiendo", porque este atentado demuestra que los terroristas "no tienen ninguna lógica".

Diego López Garrido, secretario federal de Nueva Izquierda, indicó: "Este es un intento más de romper la unidad de los demócratas". En opinión de López Garrido, se trata también de una reacción de ETA contra cualquier tipo de evolución interna en el mundo abertzale y de "cualquier intento de libertad" de éste.

Álvaro Rodríguez Bereijo, presidente del Tribunal Constitucional, declaró: "Nuestra más enérgica condena y nuestro rechazo del asesinato como medio de lucha política contra los ideales y principios constitucionales de los que somos depositarios".

Daniel Múgica, Patrono de la Fundación Miguel Ángel Blanco y sobrino de Fernando Múgica, asesinado por ETA, espetó: "Es hora de actuar porque fallan las palabra?".

Federico Durán López, presidente del Consejo Económico y Social (CES), concluyó: "Es el momento de empezar a plantearse una actitud distinta ante este tipo de guerra". Y añadió que "el Estado de derecho tiene toda la legitimidad del mundo para enfrentarse a lo que es una guerra, con medios propios de una guerra". Así, dijo, "se acabarían las lamentaciones continuas".