La Nochevieja del dragón
Los comunidad china celebra la llegada de su Año Nuevo, que comienza el 28 de enero
Los inmigrantes chinos afincados en Madrid celebran dos veces la llegada de un nuevo año. La primera, cada 1 de enero, como el resto de los habitantes de la región. La segunda es ya una festividad propia basada en el calendario lunar y que en la tierra de sus ancestros coincide con la llegada de la primavera. El actual Año Nuevo chino comienza el 28 de enero (en 1997 fue el 5 de febrero). Pero su celebración ya ha comenzado. Ayer la Unión de Asociaciones Chinas en España, formada por nueve entidades, reunió a cerca de un millar de compatriotas en unos salones de Cuatro Caminos.
Hubo música, rifas, canciones infantiles y felicitaciones. Estuvo presente el embajador en España de este país oriental y otros miembros destacados de esta comunidad. Pero no llegó el dragón. "Es que no puede moverlo cualquiera, tienen que ser expertos entrenados en artes marciales y no hemos podido contactar con ninguno en esta ocasión", explica Juan Carlos Xu, secretario de la Asociación de Chinos en España, una de las más antiguas.
Para los inmigrantes chinos hoy finaliza 1997 y para conmemorarlo se reúnen las familias en una especie de Nochevieja. En la mesa es importante que haya un pescado entero como símbolo de que se ha llegado a final de año sin pasar necesidad. También se come pollo y pavo y una carne envuelta en arroz y hojas de plátano con la que se agasaja a las visitas. Los niños, cuando es posible, reciben pequeños aguinaldos en sobrecitos de papel rojo.
Hong, Ngo y Lay son tres hermanas adolescentes hijas de dos acupuntores chinos. Ngo, de 16 años, nació en Madrid y sus hermanas llegaron al foro cuando no tenían más de tres años. Hablan chino en casa y estudian en el instituto con idea de dedicarse a profesiones variopintas como el periodismo o la biología. "El 31 de diciembre salimos por ahí de fiesta con nuestros amigos españoles y hoy celebraremos la Nochevieja china con nuestra familia", explican. Tienen muchas ganas de visitar China. "Estuvimos hace tiempo de vacaciones con nuestros padres, pero nos hace ilusión volver, al fin y al cabo es la tierra de nuestros antepasados", aseguran.
Carlos Wu, un médico del Insalud de 30 años nacido en Taiwan, no va a conmemorar hoy la Nochevieja oriental. "Se trata de una celebración familiar y yo aquí al único pariente que tengo es a mi primo, así que no pega que hagamos nada", afirma. La Nochevieja española sí la festejó. "Es algo distinto, en realidad se trata más de una excusa para emborracharse con los amigos", añade. Wu y otros jóvenes han organizado una asociación cultural y deportiva china. "Queremos mantener viva la llama de la cultura milenaria que llevamos dentro", explica.
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