El festival Atlantica´98 convoca a 10 artistas de tres continentes contra el racismo y la intolerancia
Nacido hace cuatro años, el festival Atlántica ha sabido consolidarse y dotarse de identidad propia. Con diez conciertos, sus, organizadores convocaron este fin de semana a miles de personas a orillas de la Playa del Inglés (Maspalomas), al sur de Gran Canaria.
El espectáculo, concebido para propiciar la fusión de aquellas culturas originarias de los tres continentes bañados por el Océano Atlántico, proporcionó durante dos días consecutivos sonidos de toda índole: pop, rock, soul, música étnica, celta, salsa, rumba, y el reggae de siepre en la voz de Rita Marley.
La principal apuesta de esta edición fue Paul Carrack. El cantante británico prolongó la gira mundial de presentación de su sexto disco en solitario, Beautiful world, trayendo hasta Canarias los sonidos soul de los años 50 y 60. De entre el panorama europeo, actuó también la banda de rock Wolfstone. África estuvo representada por uno de los mejores intérpretes del momento, el senegalés Cheikh Lô. Las Hijas del Sol presentaron en primicia su último trabajo, Cotó.
La música nacional contó con los dos últimos premios Ondas como grupo revelación y mejor canción. Dover cumplió las expectativas del público con su habitual puesta en escena y sus peculiares voces y sonidos de guitarra. La flaca, de Jarabe de Palo, confirmó que esta canción se ha convertido por sí sola en referente de la música española. Rogelio Botanz y Enac Ska fueron los representantes locales.
Los neoyorquinos de origen venezolano King Changó clausuraron los Diez conciertos contra el racismo y la intolerancia.
Babelia
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