Los nacionalistas apoyan sin fisuras al Gobierno

. La primera escaramuza parlamentaria antes del inicio, en febrero, del periodo ordinario de sesiones del Congreso de los Diputados se saldó con un auténtico despliegue de lealtad al Gobierno por parte de los grupos nacionalistas que lo apoyan en la Cámara.

La Diputación Permanente, que se reunió el pasado martes a petición del Grupo Socialista, rechazó las cuatro propuestas que el PSOE había presentado. Veintiocho votos contra veintitrés, es decir, la suma de PP, CIU, PNV y Coalición Canaria derrotaron los 22 o 23 votos, según las ocasiones, que reunieron PSOE, IU y los representantes del Grupo Mixto. Un resultado que, sin duda alguna, utilizará Izquierda Unida para negar su pinza con el Gobierno.

La Diputación Permanente rechazó que se celebre un pleno extraordinario en lo que queda de este mes para debatir sobre la petición de cese del fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, y del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño. El apoyo de los nacionalistas catalanes, vascos y canarios no sólo se argumentó negando la urgencia de la convocatoria sino que el PNV fue más lejos y aprovechó la ocasión para lanzar, a través de Joxe Joan González de Txabarri, una despiadada diatriba contra el ex ministro de Interior socialista José Barrionuevo. Algo que hizo decir a los socialistas que el PNV se había prestado a hacer "el trabajo sucio" del Gobierno.

Investigación

La misma suerte corrió la intención del PSOE de que se cree una comisión de investigación sobre las actuaciones de Endesa en su toma de control de la sociedad chilena Enersis.Los dos asuntos que completaban el orden del día fueron igualmente rechazados, con idéntica unanimidad parlamentaria, por el PP y sus socios. Los socialistas querían que el ministro de Sanidad y Consumo informase de las negociaciones con Farmaindustria para reducir 65.000 millones de pesetas en el gasto farmacéutico público. Querían los socialistas que el ministro, José Manuel Romay, informase antes de firmar el acuerdo. Pero populares y nacionalistas unieron su voz para explicar que sólo después de la firma tiene sentido que dé una explicación el Gobierno.

El principal grupo de la oposición quería también que el ministro de Industria y Energía informase con carácter urgente del plan de modernización y reducción de actividad de la industria minera española. Izquierda Unida, que había suscrito la petición junto con los socialistas, la apoyó, lo mismo que Francisco Rodríguez, del BNG, y Ricardo Peralta, de Nueva Izquierda. Todo fue inútil. Los socios del Gobierno ni siquiera intervinieron, salvo Luis Mardones en nombre de Coalición Canaria.