Juicios paralelos
Me dirijo a usted en mi condición de letrado de la mercantil Grupo de Gestión CS. SA, y como abogado defensor de su representante legal, ahora implicado -aunque no inculpado- en la causa que, de modo inexacto y peyorativo, menciona su colaborador don José Manuel Romero, en los artículos que han aparecido en su diario con el clamoroso título y alarde tipográfico de Hacienda destapa una estafa de 1.000 millones por el uso de sellos falsos.Ya estamos acostumbrados a "los juicios paralelos_de la prensa, de modo que la presunción constitucional de inocencia sólo sirve para los sectores ajenos a la prensa. Ustedes parece ser que disfrutan, frente a esto, de "patente de corso".
En este caso, lo cierto y real es que la policía, que -ante su propia incompetencia en este caso y actuaciones improcedentes, que han motivado una denuncia de mis clientes ante el Juzgado de Guardia- les ha debido filtrar esta no vela por entregas, les oculta que cuando detuvo, en junio último, a un colaborador de esta empresa que, sin conocimiento ni autorización de la misma, retiraba los sellos que ustedes dicen, uno de ellos una placa para la máquina Reiner, se dejó engañar por éste, que desvió con habilidad la investigación hacia mis representados -mucho más interesantes policialmente que un simple colaborador jubilado-, evitando así el registro de su domicilio, donde posiblemente se hallase esa máquina.
La policía, que premió esa actuación libertando al inculpado, cogido in fraganti, sin ponerlo a disposición de la autoridad judicial, registró las oficinas de mis representados, en donde no se hallaron, naturalmente, ni sellos, ni placas ni instrumento alguno válido para realizar falsificaciones, retirando escrituras y otros documentos, que se hallan bajo estudio y de los cuales se ha podido acreditar la veracidad y autenticidad de muchos de ellos.
Como, efectivamente, parece que. hay algunas escrituras cuyo pago a Hacienda ha sido manipulado -cuyo importe total es notabilísimamente inferior a la cifra que dan en su periódico-, escrituras que, precisamente, según documentación que consta, fueron tramitadas por ese colaborador (único detenido -sólo unas horas- hasta ése momento), mis representados, después de requerirle, interpusieron querella criminal que se tramita ante el Juzgado de Instrucción número 6, de los de Madrid.
Tanto en un juzgado como en el otro, se está pendiente de un dictamen pericial, para saber quién rellenó, a mano, los cajetines manipulados, siendo mis representados los más en especial interesados en saberlo, así como en cubrir los perjuicios que se hayan producido.
Otros extremos peyorativos de sus reportajes, sobre materias ajenas a la cuestión, en sí, sobre la supuesta "gran fortuna" de uno de mis clientes -extremo desgraciadamente del todo incierto-, etcétera, no voy a entrar en polémica con ustedes.
Si les escribo, por esta sola vez, es para evitar el malicioso "quien calla, otorga". Finalmente, quiero significarles que mi experiencia profesional, a lo largo de medio siglo de ejercicio, me ha convencido de que cuando 'ciertos sectores policiales o algunas "acusaciones particulares" carecen de pruebas reales y concretas, acuden a fabricarlas con filtraciones a los medios periodísticos que se prestan a ello, para luego, con esos reportajes, vestir el muñeco y alegar "alarma social".
Invoco, por supuesto, las disposiciones legales pertinentes, para que esta carta sea publicada, íntegra. Y confío que, una vez hecho, respeten el secreto sumarial y la presunción de inocencia, extremos que, pienso, obligan también a los periodistas.- .
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