Atutxa asegura que la Ertzaintza aplica ya nuevas medidas de protección a los concejales del PP

La Consejería vasca de Interior ya está aplicando nuevas medidas para proteger a los más de 200 concejales y otros cargos del PP en Euskadi, basadas en escoltas, contravigilancia y otras medidas disuasorias frente a ETA. El consejero de Interior, Juan María Atutxa, no enviará al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, ningún plan escrito sobre el despliegue, sino que éste fue acordado ayer mismo en una "cordial" conversación telefónica entre ambos. Atutxa está dispuesto a suspender los cursos de perfeccionamiento en los que intervienen unos 400 ertzainas si la situación lo hiciese necesario.

Atutxa y su departamento son contrarios a asignar policías de escolta a todos los concejales del PP y prefieren establecer un dispositivo de prevención más amplio, consistente en montar contravigilancias, un sistema de respuesta rápida" en caso de sospecha y otras medidas más globales de protección.Además, la Ertzaintza ha organizado desde el pasado día 7 unos cursillos para enseñar a los ediles las medidas de autoprotección que pueden adoptar y recomendaciones sobre cómo evitar atentados. El último concejal del PP asesinado, José Ignacio Iruretagoyena, estaba convocado para acudir a este cursillo tres días después de su muerte en Zarautz (Guipúzcoa) el pasado día 9.

La Consejería de Interior se considera capacitada para garantizar la seguridad de los cargos del PP mediante los 7.260 agentes que integran su plantilla. No obstante, Atutxa reiteró ayer su petición de que el Gobierno de la nación autorice un aumento de otros 500 ertzainas "para hacer frente a los nuevos servicios que requiere la sociedad" y no específicamente por la ofensiva desatada por ETA contra el Partido Popular, según fuentes del departamento vasco de Interior.

"Nadie está totalmente seguro"

Atutxa considera que entra dentro de su ámbito competencial la protección de los concejales del PP, de los que dijo que "pueden sentirse seguros", aunque reconoció que "mientras haya un terrorista suelto, nadie estará totalmente seguro". Fuentes de la consejería mostraron su disposición a que los 7.000 agentes de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía que hay en Euskadi participen también en el plan, añadiendo que nadie les impedirá seguir haciendo las labores de protección y contravigilancia antiterrorista que ya vienen haciendo desde hace tiempo.

"También se quiere dar juego a los policías locales" en este dispositivo de seguridad para los concejales, según dijeron fuentes de la Ertzaintza. El departamento vasco de Interior, que recuerda que en Euskadi hay 2.220 agentes locales, pretende sacar así rendimiento a los cuatro cursos de formación en protección de autoridades municipales que ha dado en los últimos meses a estos policías en la academia de Arkaute (Álava).

Tanto el Ministerio del Interior como la Consejería de Interior reconocieron ayer que sus respectivos responsables han mantenido durante los últimos días numerosas conversaciones telefónicas, la última ayer mismo, dentro de un clima de "cordialidad" y "colaboración".

Un portavoz del ministerio asegura que nunca se ha exigido desde este departamento que el Gobierno vasco expusiera a Jaime Mayor Oreja un plan de protección para que éste lo supervisara y diera su aprobación. El equipo de Atutxa dice estar dispuesto a poner todos los medios a su alcance para proteger a los cargos del PP, que actualmente son el principal objetivo criminal de ETA, y, si fuera necesario, movilizaría. a los 400 ertzainas que en este momento están haciendo cursos de perfeccionamiento y euskaldinización. "Ya lo hemos hecho otras veces si algún acontecimiento así lo aconsejaba", señaló un portavoz de la Consejería. No obstante, ésta confía en que no será necesario llegar a este extremo.

"El ministro sabe que estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para garantizar la seguridad y con él hablaré en la medida en que tengamos más o menos perfiladas algunas cuestiones", dijo Atutxa, que no ocultó su deseo de "serenar" la situación y evitar polémicas que sólo favorecen a ETA. La misma disposición mantuvo Jaime Mayor Oreja, quien intentó apagar la polémica suscitada en los últimos días, al proclamar su confianza en la Ertzaintza y reconocer que es a este cuerpo al que corresponde la iniciativa en la protección de los ediles del PP.

Según el consejero, la seguridad "no solamente es poner un policía al lado de cada ciudadano", sino que hay "otras muchas técnicas que han resultado eficaces a lo largo del tiempo". Pero ni Atutxa ni Mayor quieren detallar nada sobre este dispositivo, alegando que sería darle una baza importante a los terroristas.

Los concejales del Partido Popular han comenzado a acudir en grupos reducidos a los cursos de autoprotección organizados por la Consejería de Interior, superadas ya algunas reticencias iniciales. Además de darles consejos para mejorar su seguridad, los representantes de la Ertzaintza estudian la situación de los ediles y analizan en que situación o en qué momento del día cada uno de ellos corre más riesgo.

Meses atrás, en torno al asesinato del concejal de Ermua Miguel Angel Blanco, el pasado verano, algunos cargos del PP mostraron su deseo de que fueran agentes de la Guardia Civil o del Cuerpo Nacional de Policía quienes se encargaran de su seguridad. Pero en la actualidad, han cambiado de criterio y no tienen ningún recelo de que esa labor corra a cargo de la policía autónoma vasca, según fuentes próximas a este cuerpo.

Medios de la Ertzaintza reconocen que "la gran asignatura pendiente" es conseguir una auténtica coordinación entre los diversos cuerpos policiales que operan en el País Vasco, lo que permitiría un mejor aprovechamiento de los más de 14.000 agentes que hay en esta comunidad.

Juan María Atutxa restó trascendencia al incidente ocurrido el martes pasado en Bilbao cuando agentes del Cuerpo Nacional de Policía identificaron, en algunos casos con la pistola en la mano, a varios miembros de la Ertzaintza vestidos de paisano que desarrollaban una operación en las inmediaciones de la Jefatura Superior de Policía de la capital vizcaína. "Es algo vinculado con el ejercicio de la profesión al concurrir varias policías en un mismo espacio", explicó Atutxa. "Aunque realizamos esfuerzos para una mayor coordinación", añadió, "en ocasiones cuando se desarrolla un determinado trabajo no cabe comunicarlo previamente". Por su parte, Mayor Oreja también restó importancia al incidente y pidió que se evite " centrar la atención en las cuestiones que quiere ETA", tales como "las dificultades del trabajo conjunto entre los cuerpos policiales".