Encierro de 585 mujeres en un penal para criticar las cárceles colombianas

, El problema de las cárceles colombianas no cesa. Ayer domingo, 585 mujeres, familiares de los detenidos de la cárcel de Isidro, en la ciudad de Popayán, al sur del país, decidieron no salir del penal al terminar la hora de visita para unirse a la protesta que realizan los 300 reclusos. La lista de peticiones de los internos es larga: incluye desde el suministro de agua potable, servicios médicos y odontológicos, líneas telefónicas, construcción de celdas y reconstrucción de los pabellones destinados a los talleres de capacitación que fueron destruidos en la anterior protesta. Al cierre de esta edición se negociaba una solución al problema.

El drama carcelario en Colombia es viejo y generó motines a lo ancho y largo del país durante todo el año pasado. En abril se contabilizaban ya 27 amotinamientos. Insubordinación, tentativas de fugas masivas, atentados con explosivos, huelgas de hambre y hasta tomas de rehenes fueron noticias recurrentes durante todo el 97. El problema más grave es el hacinamiento. En Colombia hay 167 penales con capacidad para 28.000 detenidos, y en este momento la población carcelaria asciende a 40.000 personas. Existen pabellones con dos baños y una ducha para 600 internos. El caso más aberrante es el de la cárcel de Bella Vista, en Medellín, donde la sobreocupación llega a los 3.000 internos. También faltan guardianes: Se necesitan 12.000 y hay 4.000.

Recientemente, el Gobierno hizo presión en el Congreso para lograr la aprobación de la llamada ley de Alternatividad Penal, inspirada supuestamente en la idea de buscar solución a este problema. La controvertida ley, que ya entró en vigor, permite lalibertad condicional de los detenidos que hayan cumplido lasdos terceras partes de su condena, y beneficia con periodos devacaciones de 15 días seguidos -hasta completar 60 días alaño-, y salida los fines de semana y festivos para los detenidosque hayan cumplido el 80% de su condena.