El mediador familiar

Ante la avalancha de manifestaciones pidiendo cambios en el Código Penal para frenar la violencia en la familia, quisiera hacer una sugerencia.En España ha habido un cambio legislativo (Ley del Divorcio) que no ha ido acompañado de un cambio de mentalidad en algunos grupos retrógrados de la población.

A menudo, que uno de los integrantes de la pareja dé por finalizada la convivencia se vive como una traición y da paso a la venganza.

Muchas actuaciones judiciales, en vez de propiciar un acuerdo entre las partes, inducen, con sentencias poco apegadas a la realidad, a una escalada violenta que acaban sufriendo los más débiles.

Es cierto que los casos que últimamente han salido en la prensa son tan extremos que no es posible dialogar con el agresor, y se deben aplicar medidas preventivas. Pero ¿cómo se evalúa la peligrosidad de una situación?

Existe la figura del mediador familiar, un psicólogo que hasta ahora presta un servicio privado y voluntario y que debería formar parte obligatoria en cualquier proceso de separación, para conseguir, antes de que un caso llegue al juez, conciliar ambas partes en aras de un mutuo entendimiento, posibilitando la reflexión y los acuerdos, que, si son aceptados por los dos, favorecerán siempre la futura relación, sobre todo con los hijos.

Por otra parte, serviría para

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evaluar la situación de los diferentes miembros de la familia, pudiendo prever posibles actuaciones violentas.-