Año nuevo para los saharauis

El 1998 se presenta como el año de la esperanza para el pueblo saharaui; el año que puede ver el fin de su humillante y terrible exilio en el desierto argelino; el año en que se restablezca un equilibrio perdido por una penosa descolonización y por los intereses imperialistas de sus vecinos del norte.Hoy existe satisfacción por el acuerdo de Houston para la celebración del referéndum sobre la autodeteminación del pueblo saharaui y por el. trabajo que tanto el secretario general de la ONU como su enviado especial, que han superado la incapacidad de sus antecesores, han logrado realizar.

Los saharauis necesitan la libertad, necesitan volver a sus wilayas y a sus dairas, de las que fueron expulsados hace 22 años. Son un pueblo árabe ejemplar, entienden y practican la democracia, mantienen una espiritualidad interiorizada y equilibrada, la mujer desempeña un papel fundamental en su sociedad en un grado de igualdad con los hombres que no existe en otros países árabes y tienen un afán por la cultura en la que España y el castellano siguen teniendo un gran papel.

Comienza pues un año crucial en el que también quienes hemos apoyado esa causa de libertad no rebajemos la tensión del esfuerzo y en que las instituciones encabezadas por la ONU deben ser garantes de un proceso decisorio, limpio y transparente. Hago votos por que 1998 sea el año de la libertad y la vuelta a casa de nuestros hermanos del Sáhara.-