Jospin destina 25.000 millones de pesetas para los parados franceses
, Las asociaciones de parados saludaron ayer como una victoria la declaración en la que el primer ministro francés, Lionel Jospin, reconoció públicamente su papel en defensa de los desempleados y aceptó que estén representadas en la Agencia Nacional de Empleo y en el organismo encargado de la formación profesional de los adultos. Pese a la medida y a la creación de un fondo de mil millones de francos (25.000 millones de pesetas) para paliar las situaciones más lacerantes, las asociaciones promotoras del movimiento juzgaron "interesantes pero insuficientes" las medidas anunciadas por Jospin.
La declaración de Jospin, caracterizada por la búsqueda de un cuidado equilibrio, entre el respaldo a las centrales sindicales y la admisión y respeto a las asociaciones emergentes, suscitó sensaciones agridulces de triunfo y fracaso y reacciones más destempladas en la veintena de oficinas de desempleo que se mantienen aún ocupadas. Mientras algunos de los autodenominados parados rebeldes reclamaron el pago de la prima anual exigida al grito de "¡3.000 francos para todos!", otros festejaron con pasos de baile el reconocimiento de los parados como movimiento y categoría social. Aunque las asociaciones invocaron ayer la necesidad de mantener las ocupaciones y convocaron una nueva jornada de presión para el próximo martes, la intervención del primer ministro puede atemperar y reconducir notablemente la situación. La idea de que el conflicto ha pasado a una nueva fase, más asimilable políticamente, se abrió paso ayer, pese a que la oposición no renunció a descalificar la intervención de Jospin y a que tanto los Verdes como los comunistas, aliados del Gobierno, criticaron que el primer ministro no hubiera anunciado el aumento de los subsidios.En su intervención con la ministra de Empleo, Martine Aubry, el jefe del Ejecutivo justificó el mantenimiento de la tabla del subsidio de desempleo con el argumento de que ceder a esa reivindicación "haría estallar la política económica y social". Algunos verdes juzgaron el desenlace con declaraciones como "los parados se quedan con su hambre" y el secretario general del Partido Comunista, Robert Hue, lamentó la no revalorización de los subsidios sociales mínimos y pidió que las grandes fortunas contribuyan a ese fondo. La casi totalidad de los sindicatos, a excepción de la CGT (comunista), elogiaron, por el contrario, la decisión de Jospin.
A tenor de las declaraciones de éste, los líderes de la derecha democrática y del ultraderechista Frente Nacional consideran compatible la exigencia de soluciones urgentes contra el paro con la descalificación simultánea de la batería de medidas enunciadas por Jospin y de todos los proyectos de reparto de trabajo y creación de empleo juvenil del Gabinete socialista.
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