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Tribuna
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Continuismo de ETA ante la sucesión de HB

El nuevo asesinato de ETA, el del concejal José Ignacio Iruretagoyena, despeja cualquier duda sobre cuál va a ser la futura línea de actuación política del autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) y, en especial, de Herri Batasuna (HB), en pleno debate electoral para sustituir a sus dirigentes encarcelados. Cuando todavía resuenan las críticas que el anterior atentado contra José Luis Caso, edil de Rentería, suscitó en las filas de la militancia abertzale, el de ayer deja claro que la banda no piensa variar su estrategia desestabilizadora al precio que sea: incluso al de sacrificar a HB desde 1995, cuando entró en vigor la ponencia Oldartzen.Los acontecimientos de los últimos me, ses, como el encarcelamiento de la Mesa Nacional de HB y la ofensiva de ETA contra los concejales del PP que generó el fenómeno social de reacción democrática que explotó en Ermua, habían hecho surgir en la militancia de HB por vez primera la necesidad de reorientar su política hacia la moderación. Como un fenómeno sin precedentes, las asambleas, de HB convocadas para iniciar el proceso electoral de la nueva dirección habían registrado feroces críticas a. la desestabilización pura y dura practicada por ETA -el asesinato de Caso- justo en el momento en que iba a producirse el primer ensayo sobre el tercer espacio con la manifestación conjunta que HB había convocado con los sindicatos ELA y LAB y el movimiento Elkarri.

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En las últimas semanas se estaba larvando de nuevo un debate interno profundo sobre la conveniencia de la lucha armada que practica ETA para conseguir objetivos políticos. El ex dirigente y abogado Patxi Zabaleta, que en el debate de hace dos años, lideró una enmienda a la totalidad contra el militarismo de la ponencia Oldartzen, hoy vigente, fue nuevamente la voz atrevida y sincera: "Es imprescindible que HB acometa de una vez un debate estratégico", había reconocido hace tan sólo una semana. Zabaleta, que considera el asesinato de Caso. un hecho "tremendamente doloroso, políticamente lamentable y un error", se lamentaba de que HB sea, en estos momentos, una fuerza política desdibujada además de "no haber cumplido con su principal responsabilidad política, la búsqueda de la paz".

El portavoz provisional de HB, parlamentario vasco y miembro de la ejecutiva de KAS, Arnaldo Otegi, exponía hace unos días la doctrina oficial y apuntaba tambien la necesidad de que "HB recupere su lado más político", perdido en estos dos últimos años por la dedicación a la lucha antirrepresiva y a dar cobertura a ETA. Y añadía que HB podía "trabajar una línea política fuera de la dependencia de ETA". En la línea más oficialista, los actuales portavoces han defendido durante estas semanas que las organizaciones del MLNV deben tener "autonomía" de funcionamiento, por lo que ningún "hecho o acción coyuntural" debe interferir en la actuación de las demás. El perfil político que defiende Otegi para HB es que trate de hacer política al margen de los atentados de ETA.

Las críticas que ETA emitió contra el tercer espacio y los dos sindicatos que lo sustentan en su último comunicado -reivindicaba a la vez los atentados contra Caso y la también edil Elena Azpiroz- ya hacían presagiar que el debate estratégico sobre la lucha armada no se iba a producir pese a lo delicado del momento que atraviesa la izquierda abertzale, impactada por la dureza de la violencia contra el PP y la necesidad de elegir una nueva dirección en HB. En su último mensaje, ETA dejaba claro que la estrategia de la violencia no se va a cuestionar a la vez que defendía, al criticar con dureza a ELA y LAB, su derecho a utilizarla como "vanguardia" que es de todo el movimiento.

Para ETA no parecen pasar los años. Sigue convencida de que, policialmente, no puede ser derrotada y mantiene que el enfrentamiento directo con el partido en el poder es el camino más seguro para promover y dinamizar la negociación. ETA político-militar practicó esta táctica de tensión hace años, entonces contra UCI). Sólo en 1980 asesinó en el País vasco a Ramón Baglieto, José Ignacio Ustarán, Juan Manuel García Cordero, el profesor de la Facultad de Derecho Juan de Dios Doval, el abogado José María Pérez de Clueta y el miembro de la ejecutiva provincial Jaime Arrese, todos de UCD. También acometió varios secuestros, entre ellos el de Gabriel Cisneros, frustrado. Con esta ofensiva, ETA p-m logró entonces incluso el doble objetivo de difuminar a la derecha española del mapa político vasco. Ahora, de nuevo, su ofensiva de tensionamiento se apoya en atentados selectivos contra el partido del Gobierno para crear un clamor social que favorezca una corriente negociadora y le presione a buscar soluciones negociadas.

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