Niños chabolistas de Fuencarral carecen de autobuses públicos para ir al colegio

, Asistir a clase es una labor difícil para los niños de entre tres y seis años que malviven en los poblados marginales de Fuencarral. Muchos de ellos figuran como escolarizados en las listas del Ministerio de Educación, pero los que se dejan ver por las aulas son una minoría. La Dirección Provincial de Educación no ha podido habilitar rutas escolares de autobús para estos pequeños, aunque recuerda que en esta etapa su escolarización no es obligatoria.

Los poblados más afectados por las carencias en la política de integración de la Dirección Provincial de Educación son los de Pitis, Valla de El Pardo y La Quinta. La comisión de escolarización del distrito tiene censados a 25 críos de educación infantil con su correspondiente plaza en colegios públicos de la zona, pero la realidad muestra cada día que los pequeños sólo pueden asistir a las aulas en contadas ocasiones.El Ministerio sí ha podido ofrecer, en cambio, transporte escolar para los alumnos más jóvenes de los poblados chabolistas del sur y el este. Este servicio se encuentra disponible en núcleos marginales como Cerro de la Mica (Latina), El Salobral (Villaverde), La Rosilla (conocído como Los Pitufos, en Vallecas Villa), Torregrosa (Usera) o Cañada Real (lindando con Rivas-Vaciarnadrid).

La situación, en el extremo noroeste de la ciudad, es completamente distinta. Los esfuerzos del Consejo de Educación de la Junta de Distrito de Fuencarral-El Pardo para que los críos cuenten con un autobús que les acerque a clase no han dado resultado. Al trasladar este problema a Educación, la respuesta fue concluyente: la etapa infantil en la escuela no es obligatoria y, en consecuencia, no tienen derecho a transporte.

El colectivo probablemente más combativo en esta demanda se encuentra en el colegio público Cardenal Herrera Oria, uno de los más grandes de la zona. Una de sus profesoras, Elida Méndez, ha remitido un extenso alegato sobre el particular al Defensor del Menor, el Defensor del Pueblo, la Asociación Gitana Romaní y los grupos municipales, regionales y estatales del PSOE e IU.

"Que no aparezcan"

En su carta, la maestra advierte: "Como la distancia de los poblados a las escuelas es la que es, como no hay transporte público ni tienen medios económicos, el absentismo de este alumnado de tres, cuatro y cinco años es tal que su adaptación a la escuela resulta imposible. El gran problema", agregó Méndez a este periódico, "es que en muchos centros están tan contentos de que estos críos no aparezcan por clase. Y se lo dice alguien con más de 20 años de profesión en la zona".Los movimientos educativos consultados en Fuencarral coinciden en señalar que cuando estos muchachos pisan por primera vez las aulas, a los seis años, su situación de desventaja respecto a los demás compañeros de clase es doble: por la delicada situación socioeconómica con la que conviven a diario y por la falta de un bagaje escolar previo.