La Ertzaintza informa de otro sabotaje contra un agente

Un fallo en la mecha de un petardo impidió el sabotaje contra un vehículo particular de un agente de la Ertzaintza (policía vasca) en la localidad vizcaína de Durango durante la madrugada del día de año nuevo, informaron ayer portavoces del departamento vasco de Interior. Según datos oficiales, en lo que va de año se han producido 22 actos de violencia en Euskadi, siete más que en el mismo periodo de 1997, que también comenzó con sabotajes, entre ellos los atentados contra varios juzgados.El secretario general del PP en esta comunidad, Carmelo Barrio, acusó ayer a la dirección de HB de "continuar amparando y justificando las mismas claves políticas de siempre": la violencia callejera como "elemento de propaganda". "La estrategia de violencia callejera complementa a la del tiro en la nuca o el secuestro como modo de articulación política de una estrategia que propicia y ampara HB y que lo único que pretende es la generación de miedo y el empobrecimiento de nuestra tierra", concluyó Barrio.

El atentado fallido contra el coche del ertzaina se produjo pasada la una de la madrugada en la calle Alluitz, de Durango, donde se encontraba estacionado el vehículo. Un ciudadano se percató de la existencia de una mochila adosada al vehículo del agente y de inmediato avisó a la policía vasca. En el interior del macuto la Ertzaintza halló una garrafa de cinco litros de gasolina y un petardo de pirotecnia. Los saboteadores incendiaron la mecha del petardo con el fin de calcinar el vehículo, pero un fallo impidió que se produjera la deflagración y la gasolina no llegó a prender.

En el primer día de 1998 los grupos Y de apoyo a ETA cometieron, según se ha sabido ahora, tres sabotajes contra agentes de la Ertzaintza. Además del atentado frustrado de Durango, en Andoain (Guipúzcoa) varios desconocidos arrojaron cócteles mólotov contra la casa de un agente, y en Vitoria fue incendiado el coche particular de otro ertzaina, que resultó con daños de consideración. En 1997 la policía vasca sufrió 92 agresiones.