Un moviento lleno de ingenio
Desde hace tres semanas unos pocos grupos de parados bien organizados e ingeniosos vienen desarrollando una particular guerrilla. Para reclamar 3.000 francos de prima navideña han ido ocupando locales de los ASSEDIC, el organismo clave en la gestión del seguro de desempleo. De momento, ocupan 13 oficinas y otras muchas están cerradas por temor a ser tomadas. "No hay nada que justifique que esas acciones continúen", dijo ayer la ministra de Empleo y Solidaridad, Martine Aubry, que no desea toparse con un enquistamiento de una lucha sin salida.Esos pocos centenares de parados que ocupan locales sindicales, detienen trenes, piden alojamiento colectivo en hoteles de lujo o bloquean los peajes de pago de las autopistas gozan de gran apoyo entre la opinión pública y, sobre todo, representan a millares de personas para quienes todas las leyes contra la exclusión (pobres y marginados) serán papel mojado. Un 36% de los 3,1 millones de parados que hay en Francia lo son de larga duración. Entre éstos hay muchos que han trabajado durante años en sectores que no exigían ninguna cualificación. Para esta gente todas las iniciativas de reinserción, reciclaje o formación llegan demasiado tarde. Para ellos, tener el estatuto de parado es aún un asidero digno, pues sus siguientes categorías administrativas son siniestras.
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