Sobre los diarios de Manuel Azaña
Se equivoca Juan Marichal cuando dice que los diarios de Azaña pertenecen a la nación ['La valía excepcional de los diarios de Azaña', publicado el 6 de diciembre en Babelia]. Antes que presidente de la República, antes que político, antes que escritor, Azaña era persona, y las personas tenemos derecho a decidir quién lee nuestros pensamientos y a quién dejamos nuestros papeles. No creo que fuera accidental que los diarios estuvieran en posesión de Cipriano de Rivas Cherif cuando fueron robados.Por otra parte, ¿de qué nación habla el señor Marichal? ¿De esa nación que apoyó el levantamiento de Franco, que lo aclamó y sostuvo durante 40 años, o de la actual, que es una monarquía? (Azaña, que yo recuerde, era republicano), que ha tratado de borrar esa parte de la historia que le tocó protagonizar a Azaña con años de silencio, que el 12 de octubre, cuando honra a los caídos por España, no pone banderas republicanas en el monumento a la Lealtad (y vaya si cayeron por España los republicanos). No, señor Marichal, ésta no es la España de Manuel Azaña, y, por tanto, no tiene derecho a ninguna de sus obras.
Por último le diría al señor Marichal que, si va a acusar a alguien de graves hechos, lo menos que puede hacer es aprenderse bien su nombre. Enrique -que me honra con su amistad- se llama De Rivas, no Rivas.-
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