Una calle en horas bajas
La calle de Huertas y sus aledaños, una de las zonas de copas más conocidas en Madrid, atraviesa horas bajas y no es por culpa de los horarios. Algunos locales tienen el cierre echado. A la fuerza. El celo municipal ha obligado a clausurar algunos negocios.El socialista Saturnino Zapata quiso recordar viejos tiempos en su salida nocturna de copas. Pero no pudo.
- "Vamos a tomar la última a El Ratón", propuso a su acompañante, el diputado de IU, Adolfo Luxán.
El local estaba cerrado. "Hace quince días", le explicó a Zapata un amigo, hostelero de la zona, "el Ayuntamiento ordenó su precinto. Al parecer, hicieron obras para las que no tenían licencia". No era la única clausura en el barrio de la marcha.
Bajaron los políticos por la calle de Santa María y se toparon con otro vacío en La Sacristía. "Algún vecino con mucha influencia en el Ayuntamiento", relataba el mismo hostelero, "se quejó del ruido que hacía una máquina para descorchar las botellas. Y el Ayuntamiento ordenó el cierre". "Los dueños de La Sacristía han echo una inversión muy fuerte para dejarlo en perfectas condiciones, pero no pueden abrir. Mientras, otros locales mucho más ruidosos siguen campando a sus anchas y perjudicando al resto", comentó el hostelero.
Zapata concluyó: "¡Pues vaya plan!"
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