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El Canal consigue un beneficio récord de 1.800 millones

José Manuel Romero

El Canal de Isabel II llenó ayer su último consejo de administración del año de buenas noticias. La joya de la corona del sector público regional cerrará 1997 con unos beneficios antes de impuestos de 1.800 millones de pesetas (ha ingresado 41.134 millones y ha gastado sólo 39.334), según las cifras provisionales facilitadas a EL PAÍS por el presidente del Canal, Antonio Beteta. En 1996, la compañía ganó 1.086 millones.El fuerte incremento de los beneficios tiene varias causas:

- Las tarifas subieron un 2,6%, penalizando con mayores aumentos a los usuarios que consumieron más de 45 metros cúbicos al trimestre.

- Los gastos ocasionados por la devolución a los bancos de parte de la deuda del Canal disminuyeron como consecuencia de la continua bajada de los tipos de interés. En 1997, el Canal pagó 182 millones de pesetas menos que un año antes por este concepto.

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- Los pagos del personal (con los sueldos congelados por imperativo legal) bajaron en 663 millones de pesetas. También hubo jubilaciones que no se cubrieron.

Los beneficios crecieron pese al estancamiento en el consumo, que apenas subió un 0,2%. "Hasta junio se había disparado el consumo en la región, pero durante ese mes llovió mucho, lo que contribuyó a rebajar la tendencia alcista al no utilizarse agua para regar parques y jardines. Ese es el motivo por el que la demanda se ha estancado este año", explica el presidente del Canal de Isabel II.

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Más buenas noticias. "Hay agua garantizada para los dos próximos años", anuncia Beteta. Hay tanta agua que la presa de El Atazar, la mayor de Madrid, se ha visto obligada a desembalsar en las dos últimas semanas 45 hectómetros cúbicos (lo que consumen los madrileños en un mes y medio). Ayer continuaban abiertas las compuertas de ese embalse, por las que escapaban 50 metros cúbicos de agua por segundo.

El Atazar está al 77% de su capacidad, pero no se puede llenar más por la cautela que los técnicos del Canal de Isabel II recomendaron hace 19 inviernos, cuando aparecieron grietas en la presa. Desde entonces, los dirigentes de la compañía no permiten que El Atazar se llene en invierno por encima de ese límite (cota 860).

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El Canal de Isabel II no tendrá que desembolsar ni una peseta para estos trabajos, aunque hace dos años, cuando la sequía echó raíces en Madrid, Beteta anunció que la compañía estaba dispuesta a adelantar los 8.000 millones de pesetas que costaba construir dos presas.Las inversiones del Canal de Isabel II buscan ahora nuevos mercados. Antes de que finalice el año, la empresa que distribuye el agua de Madrid gastará 400 millones de pesetas para equipar el nuevo servicio telefónico de las urgencias regionales, el 112.

Para explotar este servicio público, el Canal de Isabel II se ha aliado con Telefónica y con la ONCE. "Muchos de los trabajadores del 112 serán minusválidos. Por esa razón, la ONCE ha decidido tomar participaciones en este proyecto", explica Beteta.

Además, el Canal de Isabel II también tendrá que desembolsar en 1998 el 30% del capital social de Multipark, una empresa participada también por Cajamadrid y Telemadrid, para explotar el negocio del cable (televisión y telefonía) e invertir en el parque temático que Time Warner abrirá en el municipio de San Martín de la Vega.

La aventura de Multipark le supondrá al Canal de Isabel II un gasto de 600 millones de pesetas el próximo año.

Además de estas empresas, creadas en 1997, el Canal de Isabel II mantiene la mayoría absoluta de las acciones de Hidráulica Santillana, sociedad autonómica que explota minicentrales hidroeléctricas en la región.

Una empresa privada ofreció este verano 2.500 millones de pesetas por el 51% de las acciones de Hidráulica Santillana.

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció a venta de ese paquete de acciones, pero han surgido problemas jurídicos que el Canal inentará resolver en 1998.

La Confederación Hidrográfica del Tajo ha puesto reparos esta operación. Este organiso hizo una concesión por 80 años al Canal de Isabel II para que explotara el caudal de los ríos con las minicentrales hidroéctricas. El Canal, a su vez, creó una empresa, Hidráulica Santillana, a la que traspasó la concesión por 30 años.

Los gestores socialistas vendieron en 1994 el 49% de Hidráulica Santillana a la empresa Aguas de Barcelona por 500 millones de pesetas.

La Confederación Hidrográfica del Tajo autorizó esta venta porque la mayoría de la empresa autonómica seguía en manos públicas.

Ahora, con la venta del 51% estante que ha anunciado el Gobierno regional, la Confedeación duda sobre la legalidad e traspasar a manos privadas a una concesión pública de explotación de las aguas.

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