El ex dictador Pinochet adelanta 44 días su pase a retiro como general

La cuenta atrás para el retiro del jefe del Ejército y ex dictador, general Augusto Pinochet, comenzó a correr ayer con una información del diario El Mercurio en la que se anticipa que el militar dejará la institución el lunes 26 de enero, para jurar al día siguiente como senador vitalicio. Esto representa un adelanto de 44 días respecto a la fecha oficial prevista inicialmente, el 11 de marzo. Durante este mes, el Ejército preparará una gran despedida al que ha sido su jefe durante 24 años. Mientras tanto, grupos izquierdistas organizan manifestaciones en su contra y sectores oficialistas estudian una acusación constitucional y posibles formas de hostigar a Pinochet en el Congreso.

Pinochet entregará el mando del Ejército al general Ricardo Izurieta, a quien se le atribuye un perfil profesional y no político, en una ceremonia que se efectuará en la Escuela Militar de oficiales, y a la que se prevé que asista el presidente Eduardo Frei. Al acto, en el que habrá un desfile en homenaje a Pinochet, acudirán también el alto mando del Ejército y los jefes de las otras ramas de las Fuerzas Armadas y los carabineros.El Ejército suspendió las vacaciones de verano de la mayor parte de su personal a partir del 19 de enero, para preparar la despedida de su jefe. Un día después de dejar la institución, Pinochet jurará en la sede del Congreso, en Valparaíso, como senador vitalicio, ante el presidente de la Cámara alta, el derechista Sergio Romero, aunque todavía no lo ha comunicado oficialmente al Senado. La Constitución dictada por el régimen militar le da derecho a este cargo de por vida en su condición de ex presidente.

A la ceremonia de incorporación del ex dictador al poder legislativo estarán invitados familiares de Pinochet y representantes del Ejército. El escaño del general quedará situado lejos del público y junto a los asientos que tendrán los nueve senadores designados (cuatro de ellos ex generales y antiguos jefes de la cúpula militar, dos designados por el presidente Frei y el resto, por el Tribunal Supremo). Un grupo de seguridad del Ejército le protegerá mientras permanezca en el Congreso. Según El Mercurio, el futuro senador Pinochet conservará sus tres Mercedes Benz blindados así como su escolta personal, por un acuerdo entre el Ejército y el Gobierno.

Un portavoz del Gobierno dijo ayer que el retiro "no tiene mayor dramatismo". El general anticipará su salida del Ejército en seis semanas, pues según la Constitución puede permanecer en el cargo hasta el próximo 11 de marzo. De esta forma conseguirá asumir en un acto especial, diferente al de los senadores de la próxima legislatura, algo que rechazan los parlamentarios oficialistas, y además le garantiza que lo hará con un presidente del Senado que le da confianza.

Protección jurídica

Como Pinochet tiene fuero por su cargo de jefe del Ejército, y también lo tendrá como senador, en las horas que separan su renuncia de su ingreso a la Cámara alta permanecerá sin esta protección jurídica. Esas pocas horas son motivo de preocupación entre sus cercanos, y las han procurado acortar, informó un diario, por la posible presentación de acciones judiciales en su contra.La difusión de las noticias sobre su retiro del Ejército, lejos de provocar satisfacción entre quienes rechazan al ex dictador por su posterior entrada en el Senado, ha dado aliento a quienes le preparan actos de protesta. El Partido Comunista y diversas organizaciones de estudiantes y defensoras de los derechos humanos formaron el grupo Fuera Pinochet, que convocó varias manifestaciones de repudio al ex dictador, a vestir de luto el día 27, golpear las cacerolas en la noche y efectuar paros parciales en el trabajo. Esa jornada se llamará el Día de la indignación nacional.

Dirigentes de la Fundación Ideas iniciaron contactos con parlamentarios oficialistas para promover en el Congreso una acusación constitucional contra Pinochet, abriéndole un juicio político que le impida ocupar su escaño. Quieren responsabilizarlo de cargos como coacción al Estado de derecho, obstrucción a la justicia, ofensa a las víctimas de violaciones a los derechos humanos y perjuicio a la imagen de Chile.

Parlamentarios izquierdistas estiman que la acusación tiene asidero. Sin embargo, ésta no podría prosperar en un Senado en el que, con la incorporación de los senadores designados, el oficialismo (la coalición de Gobierno), a pesar de ganar las recientes elecciones parlamentarias, quedó en minoría. Un académico sugirió que, para boicotear la presencia del general Augusto Pinochet en la Cámara alta, los senadores oficialistas se retiren del hemiciclo cada vez que el general asista. Otros proponen recibirle con silbidos para no dejarle hablar cada vez que pida la palabra.

Un senador socialista estimó como un. acto "surrealista" la entrada de Augusto Pinochet en el Congreso, mientras que un parlamentario democristiano anticipó que le echarán en cara su responsabilidad en las atrocidades cometidas en su régimen. Todo indica, sin embargo, que los gestos de protesta serán testimoniales y no podrán en la práctica impedir que el ex dictador, de 82 años de edad, muera ocupando el cargo de senador, prolongando de este modo con su presencia la transición a la democracia.