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Entrevista:

"En la reforma del sector del olivar queda lo más duro"

El eurodiputado de Izquierda Unida Salvador Jové, se ha convertido en uno de los hombres de referencia en el sector tras la aprobación por el Parlamento Europeo del dictamen para la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del aceite de oliva. Durante varios meses tuvo que lidiar con la elaboración del dictamen en la eurocámara y, sobre todo, poner de acuerdo a los diferentes grupos para integrar en un texto cerca de 200 enmiendas y lograr su aprobación mayoritaria. Pero Jové es consciente de que queda mucho camino por andar.Pregunta. ¿Cómo fue el trabajo para la elaboración de un dictamen que lograra un apoyo mayoritario?

Respuesta. Muy costoso, si se tiene en cuenta que frente a mi informe incial se presentaron asi 200 enmiendas. Era imposible entrar en un debate sobre cada una y optamos por agruparlas en 32 grandes bloques. Después, todo ha sido un encaje e bolillos para buscar puntos de entedimiento entre los dos pricipales productores, España e talia.

P. ¿En alguna ocasión pensó tirar la toalla?

R. Ante tanta enmienda, la solución era difícil, pero optamos por tirarnos al charco poniendo sobre la mesa dos puntos que suponían concesiones mínimas sobre la posición española: eliminación de la ayuda al consumo y aceptación en su día de cuotas nacionales de producción, si se eleva la actual Cantidad Máxima Garantizada (CMM). Con estas posiciones logramos el apoyo suficiente y, sobre todo, la unidad de los países del sur, que en realidad era el principal objetivo.

P. ¿Cómo valora el dictamen?

R. Es plenamente positivo. Se ha mantenido casi totalmente el contenido de la propuesta de la Mesa para la Defensa del Aceite de Oliva en puntos claves como ayuda a la producción o regulación de mercado. Además, se han logrado introducir otros puntos como la ayuda para zonas marginales, de baja producción, y para los pequeños olivareros. Tal como estaban las cosas, nos podemos dar por satisfechos.

P. ¿Qué supone a efectos prácticos este dictamen, que no es vinculante para la Comisión?

R. Se le ha quitado al comisario Franz Fischler un arma de la mano. Si el dictamen hubiera sido negativo, todo hubiera sido más difícil. Ahora no sería de recibo que el comisario desoyera los planteamientos aprobados en el Parlamento y defendidos por los países del sur, que son los que producen el aceite.

P. ¿Qué puede suceder a partir de este dictamen?

R. La batalla no ha hecho más que comenzar. Ahora viene la fase más dura. No se puede bajar la guardia. Es indispensable que los países del sur mantengan la unidad y que la Administración y las organizaciones agrarias hagan ahora el trabajo ante la Comisión Europea, para evitar que en los próximos meses el comisario pueda presentar por sorpresa una propuesta con los criterios que ha defendido en los últimos meses.

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