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El número 8, ya no es de Arlauckas

El Madrid cambia al neoyorquino por Bueno, un juvenil de 17 años

Joe Arlauckas ya no tiene número. Hoy, en Huelva, no será él quien lleve el 8 a la espalda. Por primera vez, tras cuatro años y medio, el pívot neoyorquino estará ausente de un partido oficial sin causa que lo justifique. Sobre Antonio Bueno, un juvenil de 17 años y 2,08 de altura, pesará la responsabilidad de enfundarse una de las camisetas más históricas del Madrid de los últimos tiempos. Hace pocos meses, semejante situación hubiera sido de ciencia ficción.Joseph John Arlauckas, de 32 años, nacido en Rochester (Nueva York), no está acostumbrado a los castigos. Lo suyo es abrir la prensa especializada del continente y verse nombrado, como en aquel año 1996, "el mejor extranjero de Europa". En sólo 22 meses ha visto desmoronarse su figura hasta límites insospechados. Ya no es que haya pasado de héroe a villano.Lo suyo es una bajada a los infiernos de consecuencias más que pre-, decibles: el Madrid, con Martín a la cabeza, quiere que se vaya.

Muchas cosas han ocurrido para que se llegue a esta situación. Arlauckas ha tensado demasiado la cuerda, sabedor de que, deportivamente, el club siempre le ha considerado imprescindible. El pasado verano regresó con una semana de retraso de sus vacaciones. Alegó problemas irresolubles con su pasaporte. El club decidió condenarle a una multa de un millón y medio de pesetas. Arlauckas contratacó, haciendo público que club le debía dinero.

Lorenzo Sanz, el presidente,que dio su consentimiento a la seÍón del norteamericano, acaparaci ba de solicitar calma. Pero Arlauckas y Martín son irreconciliables. Cuando aquél le comunicó su decisión, el jugador montó en cólera y el vestuario fue testigo mudo de una escena de violento aspecto. Sanz está dispuesto a prescindir de Arlauckas, a quien hace poco definía como el buque insignia del equipo, siempre y cuando la medida no resulte demasiado gravosa para un club poco dispuesto a invertir en el baloncesto. A Arlauckas le queda un año de contrato o, lo que es lo mismo, 170 millones de ficha. Y él no está dispuesto a perdonar una sola peseta.

Que Arlauckas está en baja forma no lo niega ni él mismo. El club, además, le acusa de falta de interés, como si estuviera de vuelta de todo. Arlauckas sufre un problema en los pies, llamado fascitis plantar. Pero también Bodiroga arrastra varias lesiones, "unas 38 contracturas en las piernas", asegura Martín, "y ahí están sus ganas de comerse el mundo". Cuestión de talante.

Y cuestión, también, de cifras. En las nueve temporadas, sin contar la última, que ha actuado en la ACB, ha jugado, de promedio, 35 minutos por partido, con una media de 21 puntos y 7,5 rebotes. En la campaña actual juega 28 minutos y consigue 14,7 puntos y 5,1 rebotes por partido. En el caso de muchos otros jugadores, serían unas cifras de ensueño. En el caso de Joe Arlauckas, el último dios del baloncesto madridista, pueden ser su tumba.

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