Los serbios intentan por cuarta vez elegir presidente
Los serbios intentan hoy, por cuarta vez en tres meses, elegir presidente entre un candidato socialista (partido en el poder) y un ultranacionalista. Milan Milutinovic, fiel al presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, se enfrenta a Vojislav Seselj, jefe del Partido Radical (extrema derecha), en la segunda vuelta del escrutinio. Los electores tendrán que decir si dan un voto de confianza al régimen de Milosevic y a sus promesas de rápida integración internacional de Serbia, antes que a un antiguo jefe de milicia que amenaza con cortar los puentes con Occidente.En la primera vuelta, hace dos semanas, Milutinovic, actual jefe de la diplomacia yugoslava, obtuvo el 43,7% de los votos, contra el 32,19% de Seselj. La participación fue del 52,75%.
La última encuesta atribuía a Milutinovic el 53,25%, y a Seselj, el 46,75% de las intenciones de voto, con una participación estimada del 52%. Así las cosas, el índice de abstención será determinante una vez más para la validez del escrutinio, dado que un presidente no puede ser elegido si quienes no participan superan el 50% del censo.
Ése fue el motivo de que se invalidara una primera consulta electoral el pasado 5 de octubre, ya que la participación fue muy baja. Seselj superó entonces al candidato socialista, Zoran Lilic.
La dejadez y la desilusión de los electores, debidas al empeoramiento de la crisis económica y política que mina el país, pueden incitarles de nuevo a ignorar las urnas. En ese caso, Serbia continuaría sin presidente y se debería convocar una nueva elección en un plazo de 60 días.
El futuro presidente serbio sucederá a Milosevic, que el pasado julio fue elegido jefe del Estado de la República Federal de Yugoslavia (que agrupa a Serbia y Montenegro).
La presente campaña electoral ha estado caracterizada por un fuego cruzado de acusaciones en las que los socialistas agitaban la amenaza de nuevas sanciones internacionales si Seselj resulta elegido. Este candidato, por su parte, acusaba al poder de trampas en la primera vuelta electoral.
