Lotería

El pasado año recibimos una publicidad de la administración de lotería situada en la calle de Bravo Murillo de Madrid en la que ofrecían:"Estimados señores: me complace comunicarles que la administración de lotería Maravillas está a su disposición para servirles durante todo el año, y especialmente durante el sorteo extraordinario de Navidad.

Pueden hacer sus encargos por teléfono y nosotros se lo serviremos directamente.

En espera de sus prontas noticias, les saluda atentamente Pilar Rodríguez de Rivera".

Este año, en nuestra empresa, decidimos hacer el pedido por teléfono. En una primera llamada pedimos 26 décimos, y al día siguiente lo aumentamos en dos más, por lo que serían 28 décimos (84.000 pesetas).

El día 10 de diciembre de 1997 me entregan solamente los 26 décimos de mi primera llamada, y al reclamarles los otros dos restantes me dicen que me los traerán al día siguiente.

No llegaron estos dos restantes, y al reclamarles por teléfono, me atiende un señor diciéndome muy groseramente que me han hecho un favor trayéndolos a la oficina porque por 78.000 pesetas ellos no se molestan en llevarlos a ninguna parte y que me los guardarían en su administración por si alguien pasaba a recogerlos. Ante mi insistencia de su publicidad y su error al traerme sólo una parte, me responde que en Madrid hay 100.000 administraciones de lotería y que me puedo dirigir a cualquiera de ellas, y me cuelga el teléfono. Vuelvo a llamarle para preguntarle si me había colgado o es que se le había caído el teléfono, y me dice gritando que ya no me va a guardar ningún décimo porque no le da la gana, porque él se ha salido de juez para montar una administración de lotería y vende a quien quiere y como quiere. Y vuelve a colgarme.

¿Puede estar al frente de un negocio una persona de estas características? ¿Se puede tratar así a un cliente nuevo? Y si no cumplen con la publicidad que envían, ¿para qué la envían? ¿Sería denunciable por publicidad engañosa?-