Yeltsin alargará su convalecencia tres semanas más de lo previsto

Cuando Borís Yeltsin fue internado el pasado día 10 en un sanatorio, lo primero que se temió es que volviese a sufrir la glasnost (transparencia informativa) de la que Mijaíl Gorbachov hizo una bandera y que tanto se ha echado en falta cuando la salud del presidente ruso se ha resentido. Tuvo que ser de nuevo la emisora Eco de Moscú, muy bien informada sobre el tema, quien anunciara ayer que no está previsto que Yeltsin se recupere hasta que pasen otras tres semanas.Poco antes, la agencia oficial Itar-Tass había señalado que el enfermo se mantenía estable, que su temperatura era normal, no había ruidos anormales en sus pulmones, la presión sanguínea era 125/75 y el pulso de 68 a 70. Pero,si se encontraba tan bien, y si realmente lo único que tiene el líder ruso es una "aguda infección viral respiratoria" producto de, un resfriado, ¿por qué prolongar su estancia en el sanatorio más allá de los 10 o 12 días que se calculaban?

Según Eco de Moscú, Yeltsin aprovechará las próximas fiestas para recuperarse por completo, y poder incorporarse al trabajo sin limitaciones después del 7 de enero. Puede que sea cierto, y hasta sería creíble de no ser por un pasado repleto de ocultaciones y mentiras.