EL JUICIO DEL 'CASO BANESTO'

A Stampa, lo que es de Stampa

Cincuenta minutos habían pasado en el segundo turno de la defensa de Rafael Pérez Escolar. El presidente del tribunal, Siro García, interrumpió a José María Stampa. "Señor letrado... no le voy a decir que se está reiterando con otros puntos, entre otras cosas porque es un placer escucharle..."Stampa había atrapado el gesto de Mario Conde durante casi toda su exposición y escuchó con deleite al maestro. Todos los acusados deberían -caso de no haberlo hecho- pasar un cepillo y contribuir con Stampa. Eso no debería correr sólo por la cuenta de Pérez Escolar.

Con todo, entre Stampa y Jesús Castrillo, codefensor de Pérez Escolar, hubo muchos errores. Stampa tiene disculpa. No leía. Castrillo no, porque llevaba texto. El secreto del sumario se decidió el 15 de noviembre de 1994 y se dejó sin efecto el 20 de abril de 1995. Son cinco meses y cinco días, no siete meses como ambos dijeron varias veces.

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La petición de un informe patrimonial a la Agencia Tributaria fue en mayo de 1995. No en la "clandestinidad" de la instrucción, según sugirió el dúo, sino tras anular el secreto de las actuaciones. Y Francisco González declaró el 31 de marzo de 1995.

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