David Rousset, precursor en el análisis de los totalitarismos

Fue el primero -en 1945- en describir y analizar lo que él denominó "el universo concentracionario". David Rousset, francés nacido en 1912 y fallecido en París el pasado sábado día 13, se hizo mundialmente famoso gracias al libro en el que, a partir de su propia experiencia como deportado -fue detenido en 1943 por su actividad como resistente, torturado y enviado por los nazis a Buchenwald y a una mina de sal-, desmontaba la lógica de la maquinaria ideada por la Alemania hitleriana para destruir a opositores y enemigos. En 1949, Rousset, hombre de simpatías izquierdistas y que se había movido en la órbita del trotskismo ya en los años treinta, se enemistará con, gran parte de la, intelectualidad francesa y europea al exigir que una comisión de antiguos deportados pueda visitar los campos de internamiento soviéticos. A través de varios artículos y de otro libro, David Rousset enunciará la existencia en la URSS de campos de concentración, una realidad -el Gulag- que entonces aceptaban muy pocos.Su campaña a favor de la libertad y la democracia en la URSS hizo estallar el partido que, en 1948, fundara con Albert Camus, Jean-Paul Sartre y André Breton: el Rassemblement Démocratique Révolutionnaire. Su lucha contra los trabajos forzados y los regímenes que se servían de ellos hizo que Rousset también se interesase, por la España de Franco y mantuviese contactos con la oposición clandestina hispana en el interior.

Autor también de Les jours de notre mort (1947), Le Pitre ne rit pas (1948) y La société éclatée (1973), antiguo corresponsal de las revistas americanas Time y Fortune, David Rousset escribió también para Le Figaro o Le Monde. Durante años mantuvo una ininterrumpida actividad política detrás de la etiqueta de "gaullista de izquierdas", condición que le hará abandonar el partido en 1971, cuando se imponga la línea liberal que representaba Pompidou, y abandonar luego su escaño de diputado en 1973. El ministro del Interior del actual Gobierno, Jean-Pierre Chilvénement, ha recordado a Rousset como "una gran figura de nuestra historia contemporánea" y como "uno de los pocos que supieron tener una inteligencia inmediata", en referencia a su temprano y lúcido antitotalitarismo.-