Puntualización sobre Chipre
Quisiera expresar ciertas puntualizaciones sobre el artículo de su colaborador lan Davidson, publicado el 9 de diciembre. El Estado chipriota se fundó en 1960, con el Reino Unido, Grecia y Turquía como garantes de su unidad. En 1963, los turco-chipriotas se retiraron del Gobierno sin que nadie cuestionara por ello la legitimidad del Estado chipriota y de su Gobierno. Esto tampoco sucedió ni siquiera después de la invasión turca de 1974, con la cual Turquía, aplicando la violencia de las armas, intentó imponer la partición de la isla, que, según los acuerdos internacionales, estaba obligada a impedir. No obstante, la República de Chipre continuó su existencia como miembro de la comunidad internacional, con relaciones especialmente estrechas con la UE. Al primer acuerdo firmado en 1972 siguieron otros, culminando con el acuerdo de unión aduanera de 1987. En dichos acuerdos, el Gobierno chipriota ha actuado siempre en nombre de la República de Chipre sin la más mínima objeción.El hecho de que desde 1974 Chipre esté artificial e ilegalmente dividida, a causa de la presencia de tropas turcas, dificulta, obviamente, las negociaciones. Sin embargo, es sabido que Chipre no sería el primer caso de país dividido miembro de la UE en la historia de esta institución, ni tampoco el conflicto más difícil de resolver.
A pesar de ello, y aunque la elección de la representación de un país para sus negociaciones internacionales es un asunto puramente interno, el Gobierno invitó a los turco-chipriotas a participar en la delegación chipriota conjunta con una única condición lógica: el respeto a la Constitución del país candidato, es decir, de Chipre. La respuesta de la parte ocupada y de Ankara fue inmediata, solicitando la legitimación previa de la ocupación y de la partición de la isla, es decir, todo lo que habían acordado evitar. Sin embargo, no vamos a abandonar los intentos de solución del problema político, de acuerdo con los principios y acuerdos de la ONU. En mi opinión, es ilógico e injusto que Chipre quede excluida de la UE únicamente porque así lo exige el país que creó el problema y que ahora, se niega a resolverlo. Es obvio que el factor desestabilizador en la zona no es la pequeña isla de Chipre, víctima en este conflicto.
La inestabilidad política en el Mediterráneo oriental comenzó con la invasión del país vecino y continuará mientras éste no respete las leyes y los acuerdos internacionales, tanto los que afectan directamente a Chipre como los que tienen que ver con el resto de países.
Bajo el prisma de la historia y el respeto a los principios que sustentan la legitimidad internacional y nuestra civilización europea, la decisión de la UE de iniciar negociaciones con Chipre no sólo no es inoportuna, sino que legalmente es impecable y políticamente necesaria, pues, en cuanto se realice constituirá una contribución importante para la paz y la estabilidad.
La violencia y la ocupación no fundamentan ni la seguridad ni la estabilidad. Minan la justicia, ahogan la libertad e hipotecan la paz que tanto necesitan Chipre y el Mediterráneo oriental.-
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