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Tribuna:COMER, BEBER, VIVIR: FELICIANO FIDALGO
Tribuna
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Guías, castigos, venganzas, ignorancias

Cual tromba, las guías gastronómicas, españolas y foráneas, guías o escaparates de vinos, en los días pasados son pasto del mundo que come y bebe y que quiere saber lo que come y lo que bebe. En España, toda la gastronomía ha estrenado traje y son; pero el clarinetazo que ha sonado más despiadadamente es el que ha destronado de la guía más célebre del mundo, la francesa Michelin, al restaurante Arguiñano de Zarautz. Pudiera decirse que esta Michelin de segunda mano ha querido definir la ignominia. La Michelin de primera mano es la francesa; es como la Biblia: lo que ella dice va a misa y a los cielos. Pero, explotando su celebridad patria, esa misma casa publica anualmente una Guía Michelin referida a España y a Portugal que aborda su gastronomía con gran indulgencia, ignorancia casi total y mezquindades innombrables. Sólo se puede demostrar lo escrito cogiendo la guía en las manos y recorriendo, uno por uno, los restaurantes que recomienda en España. ¡Pavoroso! Toda la zafiedad y la grandeur canallesca de una Francia ya cadavérica queda resumida en este acto de venganza imbécil. Arguiñano sigue dando nombre a uno de los dos o tres mejores restaurantes de España en Zarautz.Eso sí, Michelin cada año mantiene a los tres o cuatro "grandes" para cubrir las apariencias y evitar guerras. Y cada año realiza su pirueta. Esta vez, la broma tiene por nombre Arguiñano, cuyo restaurante se mantiene en la cumbre de la gastronomía española. Hay quien piensa que este castigo es el precio del éxito de Arguiñano en la televisión. En España, el rey de Zarautz también ha tenido que pagar sus dotes televisivas. Para consuelo de los españoles, Michelin mantiene las tres estrellas de la gloria gastronómica para Arzak el donostiarra, El Racó de Can Faves en Sant Celoni (Barcelona) y el Bulli de Rosas, Girona.

La guía española por excelencia, Gourmetour 1988, amaneció anteayer. Más de 1.400 páginas apiñan restaurantes, carreteras, hoteles y lugares de interés turístico: 2.102 restaurantes y 1.780 hoteles dicen algo de lo que atesoran para el viajero en todo el territorio español. La tarea es ingente, pero cabe preguntarse por qué no se les da más importancia a los vinos (quizá sea porque a los españoles el vino no les importa a pesar de las apariencias). La misma casa ha puesto a la venia Guía de vinos Gourmets 1988. Tiendas de vino especializadas y 2.868 vinos detallados redondean el gourmetour del año.

José Peñín es, quizá, el archivo vivo del vino español. Él solo cubre el planeta vinícola español: el otro día presentó Guía Peñín de los vinos de España 1988. Más de 6.000 marcas. También acaba de ofrecer el mercado Los mejores vinos y destilados.

Para los más amantes del vino, otro libro es como espejo en los escaparates. La guía de oro de los vinos de España: 500 mejores vinos.

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