OLGA QUIERE DARSE DE BAJA COMO RUSA
La ciudad de Vologda, unos 500 kilómetros al noroeste de Mosú, famosa por sus encajes y su mantequilla, es la patria chica de una mujer que se ha propuesto dejar de ser rusa. Olga Gruzdeva ha presentado una demanda judicial en la que solicita que tanto ella como sus tres hijos sean privados de la ciudadanía, informa Novaia Gazeta. No quiere ninguna otra. Sólo pretende romper el contrato que, según ella entiende, la liga al Estado y que esta última parte contratante, dice, está violando flagrantemente. Olga sostiene que cumple rigurosamente con todas sus obligaciones de ciudadana, pero que, por contra, no puede disfrutar ni de los servicios médicos, ni educacionales, ni comunales, ni asistenciales ni de ayuda a la infancia, a que teórica y legalmente tiene derecho. Ni siquiera cobra su sueldo. Todos ellos son males que afectan a millones y millones de rusos. Pero sólo ella llegó a la conclusión de que lo mejor que podía hacer era divorciarse del Estado.-
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