Almunia propone a Aznar indultos para presos de ETA que acrediten su rechazo a la violencia

El presidente del Gobierno, José María Aznar, estudiará la propuesta que ayer por la tarde le hizo el líder del PSOE, Joaquín Almunia, de agilizar la política penitenciaria con la concesión del tercer grado e incluso de indultos a presos de ETA que, individualmente, acrediten su rechazo a la violencia. Serían, en todo caso, medidas de generosidad aplicables caso por caso, nunca de forma generalizada. Almunia sugirió también al jefe del Ejecutivo que comprometa más al Partido Nacionalista Vasco en la lucha antiterrorista. La tercera entrevista entre ambos discurrió en un clima en el que primaron los acuerdos sobre los desacuerdos, según admitieron tanto Almunia como el portavoz gubernamental Miguel Ángel Rodríguez, pese que horas antes desde La Moncloa se había lanzado el mensaje de que el líder de la oposición sólo pretendía "hacerse la foto".

Aznar y Almunia centraron su reunión, de casi dos horas de duración, en la lucha antiterrorista, al hilo de acontecimientos recientes como la detención de importantes dirigentes de ETA, la condena a siete años de prisión de los 23 integrantes de la Mesa Nacional de HB y el anuncio del próximo traslado de 15 presos etarras a cárceles próximas al País Vasco. Almunia se congratuló de que el Gobierno haya dado este paso adelante en la agilización de la política penitenciaria, aunque pidió a Aznar un mayor esfuerzo en esta dirección con el reforzamiento de iniciativas de generosidad.A su juicio, en estos momentos se dan en el País Vasco condiciones muy favorables para ello. "Las fuerzas democráticas están en mejor posición que antes por los avances en la lucha antiterrorista y es por tanto el momento de tomar la iniciativa política", manifestó. Concretamente, solicitó al presidente del Gobierno que no sólo prosiga la política de acercamiento de los presos al País Vasco, sino que también agilice las medidas de reinserción, que a juicio del líder del PSOE está un tanto paralizadas.

En este sentido sugirió "la aplicación de terceros grados [medida por la que los presos sólo van a la cárcel a pernoctar] e incluso la concesión de indultos a presos de ETA que acrediten expresamente su rechazo a la violencia". Almunia coincidió con Aznar en que el tratamiento de los presos debe ser individualizado, y subrayó que en la concesión de los indultos habría que fijarse detalladamente en el historial de los reclusos, especialmente en si han cometido o no delitos de sangre. El presidente le respondió que, de acuerdo con Interior, estudiará, en cada caso, las posibilidades de llevar adelante iniciativas de este tipo.

Roces con el PNV

Aznar y Almunia abordaron asimismo la vertiente política que rodea la lucha antiterrorista. El líder del PSOE hizo una propuesta muy concreta al presidente del Gobierno, consistente en que extienda su pacto de gobernabilidad con el PNV a la lucha antiterrorista. "No es comprensible, ni los ciudadanos pueden entenderlo, que el PNV pueda pactarlo todo con el Gobierno menos la política antiterrorista", manifestó Almunia. Hizo también un llamamiento para que el "PNV no siga su propia vía desentendiéndose del espacio común de los partidos democráticos en la lucha antiterrorista. Tiene que seguir comprometido con la Mesa de Ajuria Enea y el Pacto de Madrid".Joaquín Almunia explicó a Aznar que los anteriores Gobiernos socialistas, en sus pactos políticos con el PNV, siempre incluyeron la lucha antiterrorista como un elemento fundamental. Se refería a las buenas relaciones que el ministro del Interior José Luis Corcuera mantuvo con la dirección del PNV e incluso con su líder, Xabier Arzalluz. Almunia llamó la atención sobre las magníficas relaciones que mantiene el vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez Cascos con Arzalluz y con el portavoz del PNV en el Congreso, lñaki Anasagasti, y, como contraste, la tensión que mantienen los nacionalistas vascos con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. En opinión de Almunia, esta situación de acoso a Interior es perjudicial para la lucha antiterrorista.

También abordaron lo que, a juicio del secretario general del PSOE, es la utilización partidista de la lucha contra el terrorismo. Aznar discrepó en esta última cuestión, concretamente cuando Almunia aludió al homenaje a Miguel Ángel Blanco celebrado en Las Ventas (Madrid) y a su temor de que la proximidad de las elecciones vascas, previstas para octubre de 1998, avive aún más los enfrentamientos políticos en Euskadi con diferentes planteamientos ante ETA.

La política antiterrorista no fue el único tema tratado. El líder del PSOE volvió a la carga con el deterioro del poder judicial. El presidente le preguntó a qué se refería en concreto, y consiguió algo que no logró en la anterior reunión: que Almunia se comprometiera a remitirle un documento sobre sus puntos de vista sobre la justicia.

Por la mañana, Almunia se había reunido en el Congreso con los parlamentarios socialistas. Les pidió que no se entretengan en discutir quién será el próximo candidato del PSOE a las elecciones generales y que se concentren en hacer llegar a la sociedad los proyectos del partido. "El PP está a tiro de piedra", vaticinó.

En esta reunión hubo un choque de pareceres entre el diputado Antonio García Santesmases y el ex ministro del Interior José Barrionuevo. Fue a propósito del perdón que Almunia pidió a la ciudadanía tras las condenas por el caso Filesa. Para Santesmases, entre la solidaridad con los compañeros y el perdón, él se queda con lo último. Barrionuevo opinó lo contrario.