Un poco de todo, por favor
Cuando Karl Marx escribió El capital, explicó cómo la religión era el opio del pueblo; pues bien, si saliera de su tumba, viviera en España y reescribiera El capital, diría que el opio del pueblo son el fútbol y los programas basura.Sí, sí, no nos sorprendamos tanto y analicemos la situación: tú conectas el televisor e inmediatamente dejas de pensar; luego, encuentras un partido de fútbol y te conviertes en un ser inhumanizado, ya que reduces tu vocabulario a las palabras penalti, falta y expulsión.
No estoy diciendo que nos pongamos todos a leer libros ni a hacer reflexiones filosóficas, lo que estoy pidiendo es un poco de pluralidad, un poco de todo, por favor. Que las noticias sobre deportes se dediquen a explicarnos durante media hora todas las interioridades de tal o cual equipo de fútbol y que en medio segundo nos digan que tal persona ha quedado primera en cualquier otro deporte...; en fin, es patético, estamos degradando el deporte.
Un poco de coherencia; que nos informen, no que nos embrutezcan. Y no hablemos ya del disfrute de la nación cuando una persona cuenta cómo su marido apareció descuartizado o cómo otro individuo engaña a su mujer con un abogado travestido. ¡Es que no puedo ver la tele!, sobre todo cuando un programa basura anuncia sus audiencias millonarias y se deshace en halagos con el público sin cerebro que sigue su programa.
¡Venga, hombre! Rebelémonos todos contra el estado dictatorial televisivo, queremos una tele decente, ¡ya! Y no la televisión pública, porque ésa no sólo no se salva, sino que nos condena a todos, porque, aunque lo sabemos pero no lo queremos admitir, esa cadena pública la pagamos todos.-
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