Si habla, mal; si calla, peor
Si habla, mal; si calla, peor. Dirigentes del PSOE denuncian que así ven sus adversarios políticos a Felipe González. Desde el 29 de octubre, González no habla públicamente. Desde el partido le aconsejan que diga lo que quiera.Quienes le conocen bien aseguran que su disposición actual es la de hablar sin parar. Lo hizo en Galicia y habló de las tramas golpistas de 1985 y de operaciones para acabar con su Gobierno. Como colofón, anunció que no iba a ser el candidato en las próximas elecciones generales, lo que le valió la regañina de Almunia. El entorno de González afirma que se contiene ahora para no perjudicar a su sucesor.
Los hechos indican que el encaje natural de González en el PSOE todavía no se ha producido, aunque la consideración que se le tiene no ha caído un ápice. En estos días se pone de manifiesto ante los halagos del Gobierno para el supuesto de que ocupara un cargo fuera de España, algo que se recibe en el PSOE como una agresión. "Ahora quieren que ponga despacho en Belgrado; pues no, se queda aquí", comentaba un miembro de la ejecutiva.
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