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"Necesitamos un federalismo fuerte"

Camina por la ciudad sin escolta, y esto en Nápoles, un territorio que se asocia automáticamente con la Camorra, tiene su mérito. Sobre todo si uno es la máxima autoridad municipal. Antonio Bassolino, que en las recientes elecciones administrativas italianas ha triunfado por encima de todos los candidatos, obteniendo el 73% de los votos de sus conciudadanos, es el ejemplo más rotundo de la fuerza adquirida en Italia por el denominado "partido de los alcaldes". "Llámelo movimiento más que partido", aclara muy sonriente el político napolitano. Un movimiento en el que militan sus amigos Francesco Rutelli, primer edil de Roma; Massimo Cacciari, alcalde de Venecia, y los sicilianos, Leoluca Orlando y Enzo Bianco, todos arropados por la coalición de centro-izquierda.Nápoles, con 1,2 millones de habitantes la indiscutida capital del sur italiano, parece despertar de años de decrepitud, abandono y corrupción. La antigua capital del Reino de Nápoles está de moda, y su alcalde desde 1993, un napolitano de 50 años, de origen modesto, casado y padre de dos hijos, ha contribuido decisivamente a que sea así. Bassolino, antiguo comunista y hoy uno de los líderes del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), la fuerza política más importante del país, está orgulloso de su trabajo. "Nápoles ha sido la primera ciudad italiana en privatizar su aeropuerto y no le costará nada al Estado".

Bassolino es un ex comunista convertido al credo del mercado. No sólo cree en las privatizaciones, sino que se muestra reticente con la fórmula de creación de empleo por el Estado propuesta

por la "otra izquierda" italiana, el Partido de Refundación Comunista. "El trabajo lo crean las empresas", dice. "Hay hombres de la que acabar con la idea del puesto fijo", añade.

Y en ello coincide con sus compañeros de "movimiento", los alcaldes de Roma, Venecia, Palermo y Catania, que se han atrevido además a reclamar más autonomía para las grandes ciudad es una petición que ha provocado críticas en el propio PDS. "Que estén tranquilos en Roma, nosotros no le vamos a quitar el sitio a nadie, porque somos ya clase dirigente. Italia se gobierna desde el Consejo de Ministros y desde las ciudades, también nosotros gobernamos Italia". El alcalde de Nápoles atribuye el éxito popular de este ramillete deadministradores municipales alos cambios electorales que han

hecho posible que el ciudadano elija directamente a su alcalde.

Así pues, los nuevos ediles, una pequeña élite estelar, desean el resurgir de la vieja ciudad-estado italiana. "Algo así podría ser. Lo que está claro es que necesitamos más competencias en sanidad, eliminar la burocracia que lo refiere todo a Roma.

En suma, un verdadero federalismo fuerte y valiente, basado en el principio de subsidiaridad. Porque, además, el secesionismo de la Liga Norte se combate así, con federalismo valiente, no atrincherándose en el centralismo".

En un país como Italia dividido por una fronte

ra invisible pero real entre el Norte rico y con pleno empleo y el sur depauperado y con cotas de paro de entre el 20% y el 30% de la población activa, a Bassolino le ha tocado la manzana hermosa pero amarga del sur. Ese Mezzogiorno atrasado y atávico que muchos contraponen con el norte desarrollado y europeo.

Pensar en Nápoles es pensar en la Camorra y en los soldados desplegados en esta ciudad acosada por el crimen organizado. "Usted no verá un soldado por la calle. Están protegiendo los tribunales y dentro de bien poco van a ser sustituidos por los carabineros y la policía. Y en cuanto a la Camorra, qué quiere que le diga, hemos dado pasos fundamentales para combatirla, no niego que siga existiendo. Quizás vaya a existir siempre. Pero hace cinco años la mafia estaba en este mismo palacio, a través de una trama muy espesa, ahora ya no. La ciudad ha cambiado de mentalidad, ha descubierto su orgullo, ha conquistado una nueva clase dirigente digna de estima y colabora con ella. Se habla de mafia y del sur pero piense que hay mafia en Palermo y en Milán. En Palermo están los hombres de la Mafia y en Milán la mafia financiera".

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