La federación alerta de la "excesiva delgadez" de las gimnastas
El italiano Bruno Grandi, presidente de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG), encuentra a las practicantes de gimnasia rítmica demasiado delgadas, según un artículo publicado en el último número de la revista El Gimnasta, órgano de la federación francesa. "Debemos afrontar el problema de la delgadez de nuestras gimnastas, de perfiles que alcanzan los límites negativos de lo aceptable y dañan la imagen de nuestro deporte", afirma Grandi, quien ya se había significado hace tiempo por compartir las críticas sobre el asunto emitidas por padres, entrenadores y periodistas.El doctor Michel Léglise, encargado del estudio del problema ya que es el presidente de la comisión médica de la FIG, ha elaborado un informe que será hecho público en breve. "Hace dos o tres años, con ocasión de una competición celebrada en Canadá", recuerda Léglise, "el público se manifestó en las calles blandiendo pancartas en las que podía leerse: 'Dadles de comer, después vendremos a verlas'. Desde entonces, la situación ha mejorado".
Sin embargo, algunos datos hacen dudar de que se tienda hacia un freno de la anorexia. La gimnasta rítmica francesa Eva Serrano pesa 45 kilos y mide 1,70 metros, cuando una muchacha normal de su edad debería pesar 60. La rusa Yana Batyrchina sólo pesa 38 kilos y mide 1,60, metros: su peso teórico es 55 kilos.
En España, algunas componentes del equipo olímpico denunciaron el año pasado las duras condiciones de vida a que eran sometidas por los responsables técnicos y explicaron que tenían prohibido comer cualquier cosa fuera de una estricta dieta.
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