Miles de conductores quedaron atrapados anoche en sus coches por el temporal de nieve y hielo
Miles de conductores quedaron anoche atrapados en las carreteras del sur de Madrid debido al temporal de nieve y hielo. En la N-III, desde la M-30 hasta Arganda, la retención, de 20 kilómetros, seguía sin resolverse a la 1.30 de hoy, tras más de seis horas. Esta situación se repitió en la N-IV, a la altura de Aranjuez, donde la carretera fue cortada tras un accidente. La Dirección General de Tráfico calificó de "gravísimo" lo ocurrido. Y hubo ejemplos que lo confirmaron. En la M-506 unos 160 viajeros tuvieron que ser rescatados por los bomberos y realojados en el Ayuntamiento de Pinto.
La alarma desatada por los hechos de Pinto llevó a primera hora de la madrugada de hoy a crear un gabinete de crisis de la Comunidad de Madrid. Los ocupantes de unos 60 coches fueron evacuados hacia las dos de la madrugada por efectivos de la Guardia Civil, Policía Local, Bomberos y efectivos de alta montaña de Cruz Roja, informa Julián Morales. El director general de Protección Ciudadana, Luis Mallo, y la jefa del servicio de Protección Civil, Pilar Hernán, se dirigieron a la localidad sureña para coordinar con el alcalde las labores de rescate. La medida, adoptada ante el cariz que tomaron las retenciones que registró la Comunidad, culminó un día que amaneció tranquilo.Los primeros copos de nieve hicieron su aparición en la capital a primera hora de la mañana. Poco a poco su intensidad fue en aumento, hasta que pasadas las dos de la tarde llegó la nevada. La primera reacción de Protección Ciudadana fue de tranquilidad. Se basaba en el parte meteorológico que predecía una nevada únicamente en los municipios situados a más de 500 metros de altura y que acabaría nada más entrar la tarde. Pero el temporal, mucho más extendido de lo que se pensaba, prosiguió hasta bien entrada la noche.
A lo largo del día, el frente avanzó del noroeste, donde la nevada hizo acto de presencia por la mañana, hacia el sureste. El resultado fue que sobre las 19.00, mientras en los puertos de montaña no era necesario el uso de cadenas, sí que se exigieron en la carretera de Valencia, en el tramo comprendido entre los kilómetros 35 a 41 (a la altura de Perales de Tajuña). Esta medida provocó que al final de la tarde se registrase en esta vía un atasco de 20 kilómetros (desde la M-30 hasta Arganda). Una mujer, a punto de dar a luz, quedó bloqueada en la caravana. La Guardia Civil y el 061 rescataron a la embarazada a las 23.00. Poco después, a medianoche, la N-IV tuvo que ser cortada por el hielo a la altura de Aranjuez.
El principal temor de Protección Ciudadana procedía no tanto de la nieve, como de las heladas. El Instituto Meteorológico avanzó una drástica bajada de las temperaturas para la noche, con máximas de menos cuatro grados en la sierra, y entre cero y seis grados bajo cero en la capital. Ante esta previsión, Protección Ciudadana decidió mantener la situación de prealerta. "Hemos comunicado por fax a todos los ayuntamientos que estén listos para adoptar las medidas necesarias por el temporal. No hemos registrado ningún caso grave, como pueda ser el aislamiento de pueblos, pero por precaución seguiremos atentos. El mayor peligro para las vidas procede de las heladas y del estado de las carreteras", señaló un portavoz de Protección Ciudadana.
Junto al frío, el temporal de nieve vino acompañado por el viento. Los bomberos de Madrid tuvieron que efectuar hasta 47 salidas por caídas de revocos, cornisas e incluso de carteles publicitarios, como el que se vino abajo en la plaza de Cánovas del Castillo.
A ras de suelo, las mayores molestias las sufrieron los conductores. Para combatirlas la concejalía de Limpieza sacó a la calle sus equipos antihielo. Un contingente formado por 81 camiones, 16 palas quitanieves y 62 baldeadoras. Su labor, centrada en las principales vías de la ciudad, consiste en esparcir sal (el Ayuntamiento dispone de 3.000 toneladas, repartidas en 57 almacenes) para fundir la nieve y el hielo, y baldear las calles.
El trabajo de este batallón apenas fue percibido por los conductores que circulaban por la M-30. La ronda sufrió constantes cortes a lo largo de su recorrido. El propio gabinete municipal de Tráfico reconoció que los atascos superaron los alcanzados en noviembre pasado cuando un temporal de lluvia se abatió sobre la capital. El motivo de estas retenciones generalizadas residió en que, pese a que la nieve no cuajó sobre el asfalto, redujo la visibilidad y la adherencia del firme de la calzada.
Estas retenciones en las rondas encontraron su equivalente en la vías entrada y salida de la ciudad y también en la almendra central. El paseo de la Castellana, la glorieta de Cuatro Caminos y la Gran Vía, entre otras, se convirtieron en auténticas ratoneras. En otras calles las víctimas fueron peatones: una mujer de 70 años y un hombre de 69 sufrieron heridas muy graves al ser arrollados por turismos.
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