Homenaje a la revista literaria 'Cántico' 50 años después de su desaparición
La revista cordobesa Cántico, concebida como una aislada apuesta de pureza poética y neobarroquismo estilizado en un panorama de posguerra dominado por el tremendismo y la confesionalidad, fue homenajeada anoche, en la Residencia de Estudiantes, en Madrid, coincidiendo con el 50 aniversario de su desaparición. "Siempre nos guió el espíritu de la 'inmensa minoría' preconizado por Juan Ramón Jiménez como el destinatario natural de la poesía de verdad", señaló Pablo García Baena, uno de los cinco fundadores de la revista que a lo largo de un decenio vería la luz en 21 ocasiones, junto a los también cordobeses Julio Aumente, Mario López, Ricardo Molina y Juan Bernier."Un intimismo no existencialista, expresado en un lenguaje muy elaborado y de atmósfera culturalista", sería la nota dominante del grupo de Cántico, según explicó el poeta Guillermo Carnero, quien reconoció que su promoción -la de los novísimos de los años setenta- tendría su ascendente en aquella poesía, junto a la de Cernuda o Juan Gil-Albert.
Según advirtió el crítico Juan José Lanz, "no conviene exagerar la disidencia que supuso Cántico respecto al entorno estético y social de la poesía española de posguerra". Algo mucho más importante es, a su juicio, el papel que la revista desempeñó en la reivindicación y difusión de la poesía sureña. "Desde Bécquer al 27, predominó la estética andaluza. Cántico significó una recuperación excepcional de esa tendencia, que luego ha quedado truncada hasta nuestros días, predominando, para decirlo con el lenguaje de la época, la musa del septentrión".
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