PEDRO Y EL CAMIONERO
Pedro, un cachorro de dobermann de cuatro meses, ha viajado por toda Europa con su dueño, el camionero español Antonio Cobos. La gira había sido idílica hasta que ambos chocaron contra las duras rocas de Dover. Alguien los vio pasear por el puerto británico y dio parte a la policía. La estricta cuarentena impuesta en el Reino Unido a los animales foráneos convirtió de repente el pacífico viaje en un delito. Cobos fue a parar a la cárcel y Pedro acabó en una jaula. El desconsuelo del camionero, sin embargo, logró cambiar las tornas. Al ver sus sinceras lágrimas, un policía, conmovido, pagó de su bolsillo las 1.000 libras (240.000 pesetas) de multa impuestas por introducir un animal en el país. El sargento Graham Bird hizo luego algo más. Ordenó los papeles para que la pareja pudiera regresar sin problemas a España. Cobos lo hará en su camión y Pedro en una jaula especial. Antes de salir, aquél espera hacerles un regalo a sus amigos los agentes, según relataba el viernes The Daily Mail-
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