El poder del trabajo

La Compañía Andaluza de Danza es desde su creación un importante empeño a tener en cuenta y que sirve para analizar varios aspectos del desarrollo y circunstancias actuales por las que pasa la danza española. José Antonio se hizo cargo hace muy pocas semanas de esta agrupación y ha puesto el empeño en mostrarla de nuevo en Madrid con un empaque que es inherente a su sentido de la responsabilidad escénica.El programa, que fue reconocido por el público con largas ovaciones al final, empezó con los Flamencos del Altozano de Marín, una demostración más del buen gusto de este maestro para desde un palo tradicional hacer una lectura geométrica, actual y amena. Le siguió las Romeras, donde destacó claramente Fernando Romero y a continuación las danzas de La vida breve, que ya se vieron en el Real, aquí amenizadas en forma de suite.

El perro andaluz es un excelente trabajo de María Pagés. Es una coreografía alegre, donde se luce también el buen nivel de que goza la compañía y donde esta joven creadora, demuestra una integración hacia lo contemporáneo que hay que tener en cuenta. Pagés no duda en acercarse al musical a través de las nuevas tecnologías musicales, consiguiendo un producto capaz de arrancar en todos el más sincero aplauso.