El PSOE acusa al Gobierno de manipular las encuestas del CIS cuando las presenta
La diputada socialista Rosa Conde, antigua responsable del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), no cuestionó ayer en el Congreso la gestión de la actual directora, Pilar del Castillo, a la que ella misma contrató en su día, pero sí acusó al vicepresidente Francisco Álvarez Cascos y al secretario de Estado José María Michavila de manipular los datos de los barómetros políticos cuando los presentan. El tenso cara a cara entre Del Castillo y Conde acabó con la siguiente frase de la primera a la segunda: "¿Qué tal, Rosita, cómo estás?".
La comparecencia de Del Castillo para exponer la actividad del CIS ante la comisión constitucional del Congreso se centró en un debate entre PSOE y PP sobre el grado de transparencia y de manipulación que los Gobiernos de cada partido practican o han practicado sobre este organismo.Ese tono llevó al diputado Pablo Castellano, portavoz de IU en la comisión, a concluir: "El problema está en la creación del propio instituto, que ha nacido para manipular; en el mercadeo de la política, que adecua el mensaje a las encuestas, y en el estado de la sociedad, que es bastante reaccionario, como el instituto".
El propio PP forzó el debate al reclamar la presencia de la directora del CIS para conocer cómo se regula la publicidad de los barómetros políticos que cada tres meses -el de octubre se sabrá esta semana- prepara el centro y el motivo por el cual la encuesta preelectoral de los comicios gallegos se expuso a mitad de la campaña.
Del Castillo relató que la ley reguladora del CIS, de finales de 1995, obliga a entregar a las Cortes los sondeos 15 días después de terminados sus trabajos de campo. Esa explicación normativa le sirvió para justificar la "transparencia" del CIS, que Del Castillo considera extraordinaria, y también para subrayar que la encuesta sobre Galicia se conoció el 10 de octubre (las elecciones fueron el 19) sencillamente porque el trabajo de campo se efectuó entre el 19 y el 25 de septiembre. Esto molestó al diputado del BNG, Francisco Rodríguez, que pidió que se eliminen los sondeos durante las campanas y que se incluya al BNG entre los partidos a los que se concede estimación de voto.
Rosa Conde admitió que ni la ley ni los profesionales del CIS ni el currículo de Del Castillo permiten pensar que pueda manipular las encuestas políticas. Pero no se fia de los altos cargos que se encargan de presentarlas, y acusó a Álvarez Cascos y al secretario de Estado José María Michavila de manipular los datos cuando los presentan, de utilizar la ventaja de disponer de ellos con más antelación que la oposición y de establecer las comparaciones que son de su interés para "trabajar para casa y decir que España va bien".
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