Los obispos matizan que su texto sobre la dispersión de los presos es genérico

Los obispos españoles, reunidos en Madrid con motivo de la 68 a Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, quitaron ayer hierro a la "pretendida pastoral conjunta de los obispos del País Vasco y del arzobispado de Pamplona" como la denomina una nota de esta última diócesis, en la que se alude al acercamiento de los presos de ETA a Euskadi. Así, aseguraron que sólo es "un documento de trabajo de las delegaciones de Pastoral Penitenciaria". Según los obispos, es "genérico" y, "en su conjunto, ni se refiere especialmente a los presos de ETA, ni se entretiene en (...) la dispersión, ni está inspirado en ninguna ideología política".

Sólo un párrafo del aludido informe, que consta de 12 folios, se refiere a ETA. En él se dice que "el colectivo de presos" de la banda terrorista "es fuente permanente de conflictividad y sufrimiento", así como que, "con frecuencia, se encuentran sometidos a medidas dictadas por la Administración pública por razones ajenas al mismo tratamiento penitenciario y que, en ocasiones, podrían resultar hasta no conformes con las mismas normas jurídicas".Pero, según la nota hecha pública ayer por el arzobispado de Pamplona, se trata "de un sencillo manual para la atención religiosa y humanitaria de todos los presos que se hallan en nuestras cárceles" y "quiere ser simplemente un comentario práctico a las palabras de Jesucristo: 'Estuve preso y me visitasteis".

En cualquier caso, el arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz-Merchán, y los obispos de Cartagena-Murcia, Javier Azagra, y Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, se declararon partidarios del acercamientos de todos los presos a sus familias, no sólo los de ETA.

"Es normal, si no hay otras razones, que los presos vascos estén más cerca para que sus familias puedan verles con más facilidad. La familia sufre mucho cuando tiene un preso, aunque éste haya hecho algo, y se puede hacer más humana esa cercanía. Eso es lo que han hecho los obispados: que eso sea más humano", dijo Azagra. Según el obispo de Cartagena-Murcia, a las víctimas del terrorismo se les ha tratado con todo el cariño y todo el rigor, "pero que no comparen una cosa con otra". "Son cosas humanas que se hacen con estas personas o con las otras", concluyó.

Díaz-Merchán también se mostró partidario "de aplicar una norma humanitaria con todos los presos, no sólo con los de ETA".

Por su parte, Sánchez negó que la nota publicada este fin de semana sea de los obispos vascos y navarros y aseguró que es un "documento de trabajo" de las delegaciones de Pastoral Penitenciaria de las diócesis.

Sánchez, que es secretario de la Conferencia Episcopal, hizo una dura crítica del sistema penitenciario. "Desde hace mucho tiempo", dijo, "nos preocupa la situación de deterioro de nuestras prisiones y, por lo tanto, la situación de las personas que allí están. Vemos que la prevención está surtiendo efectos muy limitados. Sigue habiendo muchos reclusos y, en consecuencia, un índice alto de delincuencia. Las cárceles no responden a lo que tendría que ser un servicio moderno, especialmente para lo que siempre dicen las leyes de recuperación de la persona, de curación de sus fallos, y menos todavía a la necesidad de una reinserción serena y armónica en una sociedad que no ve con buenos ojos a una persona que tiene antecedentes penales".